HISPANISTA - Vol X 39 - octubre – noviembre - diciembre de 2009
Revista electrónica de los Hispanistas de Brasil - Fundada en abril de 2000
ISSN 1676-9058 ( español) ISSN 1676-904X (portugués)
Editora general: Suely Reis Pinheiro

Alexis Márquez Rodríguez

EMPATUCAR (SE)

Según el DRAE el verbo “empatucar (se)” es un venezolanismo que significa “embadurnar”. Este, a su vez, se define como “untar, embarrar, manchar, pintarrajear”. Tal definición es válida, pero incompleta. “Empatucar (se)” significa mucho más.

El Diccionario de venezolanismos (Tejera et al) da una definición más amplia: “1. Ensuciar algo o a alguien. Embadurnar. 2. Corromper, envilecer. 3. Perjudicar la reputación de alguien. 4. Complicarse, confundirse una persona. 5. Desorganizar, enredar una cosa”. También registra el adjetivo “empatucado”: “1. p(articipio) p(asivo) de EMPATUCAR. 2. Se dice de la persona o cosa que está bajo la influencia de algo o de alguien. 3. Implicado, comprometido”.

El Diccionario del habla venezolana actual (R. Núñez y F. J. Pérez) trae una definición más escueta, pero agrega un detalle interesante: “Embadurnar o llenar algo con una sustancia pegajosa”. Segundo Barroeta, en su Diccionario de voces trujillanas, señala que, “Aparte del significado de embadurnarse que en escala nacional tiene este término [empatucarse], en Trujillo se usa además con otras dos acepciones: engañar y enredarse o confundirse en una exposición o explicación (…)”.

El Diccionario de venezolanismos registra también los sustantivos “patuque” y “patuco”. De “patuco” dice que, en los Andes, significa “3. Cosa que presenta aspecto espeso, pastoso o apelmazado sin tener que serlo. 4. Suciedad pegajosa o pastosa. 5. Sitio o terreno cubierto de lodo o de barro. Lodazal. 6. Asunto turbio y misterioso; intriga, enredo o confabulación”. A “patuque” lo da como sinónimo de “patuco”. Igualmente el Diccionario del habla actual… dice de “patuco”: “2. Enredo o confusión. 3. Trampa o engaño (…)”, y da “patuque” como equivalente a “patuco”.

El verbo “empatucar (se)” y los sustantivos “patuco” y “patuque” se han usado sobre todo con sentido peyorativo y satírico, casi siempre para referirse a actos confusos y dolosos en que hayan incurrido ciertas personas. De un corrupto, por ejemplo, sea de la administración pública o de la privada, se dice: “Ese tipo está metido en un patuco bien feo”, o “A ese no le importa empatucarse en cualquier vagabundería”.

 

GRATIS

Según el DRAE “gratis” es equivalente o sinónimo de la locución adverbial “de balde”, y a esta la define como “Gratuitamente, sin coste alguno”.

El Diccionario CLAVE es más preciso al definir “gratis”, al que da como adjetivo coloquial: “1. Que no cuesta dinero; gratuito ‘Me han regalado dos pases gratis para la exposición’. 2. Adverbio. Sin pagar o sin cobrar nada: ‘Entré gratis al teatro porque mi primo trabaja de acomodador”. Advierte, además, este diccionario que como adjetivo “gratis” es invariable en género y en número, de modo que se usa igual para masculino y femenino, y para singular y plural: “Conseguí una entrada gratis para el teatro”; “Conseguí dos entradas gratis para el teatro”. “Tengo un boleto gratis para el partido de mañana”; “Tengo dos boletos gratis para el partido de mañana”.

Mucha gente emplea la forma “de gratis”, sin duda influidos por la locución “de balde”, que, como ya vimos, es equivalente o sinónima de “gratis”. La forma “de gratis” es impropia, y no debe usarse. Así lo señala el Diccionario CLAVE, lo mismo que el Diccionario panhispánico de dudas: “Debe evitarse en el habla culta la expresión ‘de gratis’, que se debe al cruce entre las expresiones sinónimas ‘gratis’ y ‘de balde’”.

El DRAE registra el adjetivo “gratuito” y el adverbio “gratuitamente”. Igualmente incluye, como coloquial atribuido a Cuba y Venezuela, el adjetivo “gratiñán”. Del mismo modo, aunque no figura en el diccionario, se da el derivado coloquial “gratismente”.

“Gratis” deriva del vocablo latino “gratis”, contracción de “grattis”.

 

 

SENDOS

Con frecuencia se nos consulta sobre el uso de “sendos”. De esta palabra dice el DRAE: “1. adj. pl. Uno o una para cada cual de dos o más personas o cosas”. Es decir, se trata de un adjetivo que sólo se usa en plural y tiene un carácter distributivo, pues se refiere necesariamente a dos o más personas o cosas, atribuyendo algo a cada una de ellas. Si decimos, por ejemplo, “Traje sendos regalos para los muchachos” queremos decir que son varios muchachos y que traje un regalo para cada uno. Si decimos “Los tres niños iban en sendas bicicletas” significamos que cada uno de los niños iba en su bicicleta. Con “Las casas de este sector tienen sendos jardines” decimos que cada una de las casas tiene su jardín.

La confusión viene de que últimamente, en especial los jóvenes, han creado el adjetivo “sendo, senda”, con un valor ponderativo, es decir, para expresar asombro o admiración: “Senda nave la que se gasta Fulano”; “Ella vive en sendo palacio en una urbanización elegante”; “Sendas novias tienen ellos”. Como se ve, en ninguno de estos casos se evidencia una función distributiva, sino el asombro o la admiración por alguien o algo.

Como se puede ver, el “sendo” ponderativo no es el “sendos” distributivo. No se trata del uso impropio, y por tanto condenable, de este, sino de una palabra distinta, nueva, ajena a esta última. Es lo que se conoce como neologismo. Lo prueba el hecho de que el “sendos” distributivo no tiene singular, mientras que el “sendo” ponderativo se usa indistintamente en singular o en plural.

Es frecuente que la creación de neologismos, que, como ya dije, ocurre generalmente entre jóvenes, reciba la condena de los más viejos. Hay una tendencia conservadora a considerar execrable toda novedad en el lenguaje. Es una actitud equivocada. Desde luego, no todo lo que se inventa en materia lingüística es aceptable, pero muchas veces sí es válido, y constituye una forma de enriquecimiento del idioma. Tal es el caso del “sendo” ponderativo. No dudo de que con el tiempo, si sigue usándose y se generaliza y arraiga, entrará con todas sus palmas al diccionario.