ARTE
Alexis Márquez Rodríguez
“Arte” es
palabra polisémica y tiene una riquísima variedad semántica. El DRAE
registra 43 acepciones y usos especiales de dicha palabra. La más común
de las acepciones es la 2ª: “Manifestación de la actividad humana
mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que
interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o
sonoros”.
Con esta palabra se da a menudo una confusión en cuanto al género, lo
cual se origina en que sus numerosas acepciones tienen diferentes
géneros. El DRAE da diez como ambiguas, cinco como masculinas y las
restantes como femeninas.
Los sustantivos ambiguos son aquellos que se usan indistintamente en
masculino o en femenino: “el mar / la mar”; “el calor / la calor”; “el
cólera / la cólera”; “el frente / la frente”; “el lente / la lente”; “el
color / la color”… No debe confundirse los “nombres ambiguos” con los
“nombres de género común”. Estos son los que se emplean de la misma
forma para hombres o para mujeres: “el periodista / la periodista”; “el
artistas / la artista”; “el comunista / la comunista”; “el cantante / la
cantante”; “el guitarrista / la guitarrista”; “el pianIsta / la
pianista”; “el concertista / la concertista”; “el conferencista / la
conferencista”… Como puede verse, estos sustantivos se refieren a
personas de uno u otro sexo, y éste se define por el artículo; en
cambio, entre “la mar” y “el mar” no hay ninguna diferencia, como no sea
que uno es masculino y el otro femenino, pero ambos se aplican
indistintamente a un mismo objeto. Igual ocurre con los demás
sustantivos ambiguos.
La mencionada confusión se agrava cuando el sustantivo “arte” se emplea
precedido por el artículo masculino: “el arte”. En este caso usamos el
artículo masculino para evitar la concurrencia chocante al oído de las
“aes” del artículo y del sustantivo: “la arte”. Pero ahí el artículo
masculino no quiere decir que “arte” sea masculino: en “el arte cisoria”
o en “el arte decorativa” no hay duda de que “arte” es femenino, por lo
que concuerda en femenino con los adjetivos “cisoria” y “decorativa”.
Cuando empleamos “arte” en plural no es necesario usar el artículo
masculino, porque no hay concurrencia de “aes”: “las artes plásticas”,
“las artes visuales”, “las artes del fuego”…
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DESBARATAR
Según el
DRAE, “desbaratar” tiene varias acepciones. 1) “Deshacer o arruinar
algo”: “La mala actitud del socio desbarató el negocio”. 2) “Disipar,
malgastar los bienes”: “En poco tiempo ella desbarató la fortuna del
marido”. 3) “Cortar, impedir, estorbar algo inmaterial”: Él desbarató
las buenas intenciones de su padre”. 4) “Mil. Desordenar,
desconcertar, poner en confusión a los contrarios”: “Los patriotas
desbarataron el ejército realista en una cruenta batalla”. El DRAE
registra otras dos acepciones, que en realidad son desusadas, al menos
en nuestro país: 5): “disparatar”. 6) “descomponerse (‖
perder la serenidad”).
Otros diccionarios son más precisos en el uso del verbo “desbaratar”. El
Diccionario CLAVE de uso del español actual, por ejemplo,
registra lo siguiente: “desbaratar: 1. Deshacer, estropear o arruinar:
‘El mal tiempo desbarató nuestros planes’. ‘Él lo intenta, pero es tan
manazas que todo lo desbarata’. 2 Referido a bienes materiales,
malgastarlos o derrocharlos: ‘Se metió en el juego y desbarató la
fortuna familiar en dos meses’ ”.
El Diccionario de uso del español de América y España VOX dice:
“desbaratar. 1 Malograr un plan, un proyecto, etc., impidiendo con ello
que se realice determinada cosa: ‘El atentado terrorista ha desbaratado
una vez más las negociaciones de paz’. ‘Las acciones de ataque del
equipo local fueron desbaratadas siempre sin problemas por la sólida
defensa’. 2 Deshacer, estropear o desordenar determinada cosa: ‘Guarda
cuidadosamente, desde hace muchos años ya, un sucio y desbaratado
ejemplar de la Aurora de Nietzsche’. ‘El terror descomponía sus
rasgos como si fueran un engaño de maquillaje nocturno desbaratado por
la luz del día’. ‘La sociedad secreta se desbarató al final de la
guerra’. 3 Derrochar bienes materiales: ‘Desbarataron la fortuna
familiar en pocos años’ ”.
En el Diccionario del español actual, de Manuel Seco, Olimpia
Andrés y Gabino Ramos se lee: “desbaratar. 1. Deshacer algo.
Generalmente implica desorden o dispersión. (…) Deshacerse. (…) 2
Frustrar. 3 Poner al enemigo en fuga. 4 Deshacer a alguien a golpes,
frecuentemente [usado] como amenaza”.
El Diccionario de uso del español de María Moliner se aparta un
poco de las anteriores definiciones. Dice: “desbaratar. Desarreglar,
estropear o trastornar. 1. Quitar el arreglo u orden de una cosa: ‘La
mojadura ha desbaratado los pliegues del vestido’. 2 Deshacer o
arruinar una cosa. 3 Frustrar. Hacer que no sigan adelante o se realicen
intrigas, planes, etc.: ‘La guerra desbarató mis planes’ (…)”.
En el lenguaje común la aplicación del verbo “desbaratar” es más rico de
lo que reflejan los diccionarios. De hecho, todo es desbaratable, tanto
lo material como lo inmaterial. Se puede “desbaratar” objetos
inanimados, personas, instituciones, etc.
En Venezuela la palabra “desbaratar” suele deformarse en el lenguaje
rústico y vulgar, y decir “esbaratar”, e incluso “esfaratar”. Tales
deformaciones deben evitarse.
“Desbaratar” deriva de “barata”, éste en el sentido de “confusión,
barullo”.
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LA PARTÍCULA "EX"
La partícula “ex” tiene en nuestro idioma mucho uso. No
siempre significa lo mismo, y de hecho se trata de dos categorías
distintas, aunque provengan de la misma fuente etimológica y haya entre
ellas una evidente relación semántica.
En primer lugar, “ex” funciona como un adjetivo definido por el DRAE
como lo “Que fue y ha dejado de serlo. Ex ministro, ex marido”. La Nueva
gramática de la lengua española lo llama “prefijo autónomo o
separable…”. Sin embargo, otros diccionarios lo definen como
preposición: “prep. Antepuesto a un nombre o a un adjetivo, indica que
ya no se es lo que estos significan: ‘El ex ministro ha vuelto a su
cátedra en la universidad’. ‘Los ex militantes del partido disuelto
quieren formar otro’” (Diccionario CLAVE).
En estos casos “ex” se usa indistintamente pegado a la palabra a que se
refiere (“exministro”, “exmarido”) o separado de ella (“ex ministro, ex
marido”), y aun con un guión intermedio. Es más recomendable, pero no
obligatorio, escribirlos separados.
Aparte de estas definiciones como adjetivo y como preposición, se da
también la definición de “ex” como sustantivo: “Persona que ha dejado de
ser cónyuge o pareja sentimental de otra” (DRAE): “Ese es el ex de
Fulanita”. Parecidamente el Diccionario del español actual, de Manuel
Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos dice: “ex (coloquial) Forma
abreviada de ex–ministro, ex–marido, ex–mujer, ex–novio, u otro
compuesto consabido para los interlocutores (…)”. Del mismo modo, el
Diccionario de uso del español de América y España VOX lo da como
sustantivo coloquial definido como “Persona que ha dejado de ser la
pareja (cónyuge o novio) de alguien: ‘Fui con tu ex a tomar un café’.
‘Mi ex se quedó con la casa y yo con el automóvil’”.
“Ex–” puede ser también un prefijo, es decir, una partícula que se une
al comienzo de una palabra simple, para formar una palabra compuesta.
Como tal el DRAE lo define del siguiente modo: “1. pref. Significa
'fuera' o 'más allá', con relación al espacio o al tiempo. Extender,
extraer, exhumar, excéntrico. 2. pref. Indica privación. Exánime. 3.
pref. A veces no añade ningún significado especial. Exclamar, exornar”.
En estos casos “ex-“ suele ir pegado a la palabra a que se refiere, como
es común con todos los prefijos.
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