HISPANISTA - Vol IX 32 -enero - febrero - marzo de 2008
Revista electrónica de los Hispanistas de Brasil - Fundada en abril de 2000
ISSN 1676-9058 ( español)
ISSN 1676-904X (portugués)
Editora general: Suely Reis Pinheiro

ARTE

Alexis Márquez Rodríguez



“Arte” es palabra polisémica y tiene una riquísima variedad semántica. El DRAE registra 43 acepciones y usos especiales de dicha palabra. La más común de las acepciones es la 2ª: “Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”.

Con esta palabra se da a menudo una confusión en cuanto al género, lo cual se origina en que sus numerosas acepciones tienen diferentes géneros. El DRAE da diez como ambiguas, cinco como masculinas y las restantes como femeninas.

Los sustantivos ambiguos son aquellos que se usan indistintamente en masculino o en femenino: “el mar / la mar”; “el calor / la calor”; “el cólera / la cólera”; “el frente / la frente”; “el lente / la lente”; “el color / la color”… No debe confundirse los “nombres ambiguos” con los “nombres de género común”. Estos son los que se emplean de la misma forma para hombres o para mujeres: “el periodista / la periodista”; “el artistas / la artista”; “el comunista / la comunista”; “el cantante / la cantante”; “el guitarrista / la guitarrista”; “el pianIsta / la pianista”; “el concertista / la concertista”; “el conferencista / la conferencista”… Como puede verse, estos sustantivos se refieren a personas de uno u otro sexo, y éste se define por el artículo; en cambio, entre “la mar” y “el mar” no hay ninguna diferencia, como no sea que uno es masculino y el otro femenino, pero ambos se aplican indistintamente a un mismo objeto. Igual ocurre con los demás sustantivos ambiguos.

La mencionada confusión se agrava cuando el sustantivo “arte” se emplea precedido por el artículo masculino: “el arte”. En este caso usamos el artículo masculino para evitar la concurrencia chocante al oído de las “aes” del artículo y del sustantivo: “la arte”. Pero ahí el artículo masculino no quiere decir que “arte” sea masculino: en “el arte cisoria” o en “el arte decorativa” no hay duda de que “arte” es femenino, por lo que concuerda en femenino con los adjetivos “cisoria” y “decorativa”.

Cuando empleamos “arte” en plural no es necesario usar el artículo masculino, porque no hay concurrencia de “aes”: “las artes plásticas”, “las artes visuales”, “las artes del fuego”…


 

 

DESBARATAR

Según el DRAE, “desbaratar” tiene varias acepciones. 1) “Deshacer o arruinar algo”: “La mala actitud del socio desbarató el negocio”. 2) “Disipar, malgastar los bienes”: “En poco tiempo ella  desbarató la fortuna del  marido”. 3) “Cortar, impedir, estorbar algo inmaterial”: Él desbarató las buenas intenciones de su padre”. 4) “Mil. Desordenar, desconcertar, poner en confusión a los contrarios”: “Los patriotas desbarataron el ejército realista en una cruenta batalla”. El DRAE registra otras dos acepciones, que en realidad son desusadas, al menos en nuestro país: 5): “disparatar”. 6) “descomponerse   ( perder la serenidad”).

Otros diccionarios son más precisos en el uso del verbo “desbaratar”. El Diccionario CLAVE de uso del español actual, por ejemplo, registra lo siguiente: “desbaratar: 1. Deshacer, estropear o arruinar: ‘El mal tiempo desbarató nuestros planes’. ‘Él lo intenta, pero es tan manazas que todo lo desbarata’. 2 Referido a bienes materiales, malgastarlos o derrocharlos: ‘Se metió en el juego y desbarató la fortuna familiar en dos meses’ ”.

El Diccionario de uso del español de América y España VOX dice: “desbaratar. 1 Malograr un plan, un proyecto, etc., impidiendo con ello que se realice determinada cosa: ‘El atentado terrorista ha desbaratado una vez más las negociaciones de paz’. ‘Las acciones de ataque del equipo local fueron desbaratadas siempre sin problemas por la sólida defensa’. 2 Deshacer, estropear o desordenar determinada cosa: ‘Guarda cuidadosamente, desde hace muchos años ya, un sucio y desbaratado ejemplar de la Aurora de Nietzsche’. ‘El terror descomponía sus rasgos como si fueran un engaño de maquillaje nocturno desbaratado por la luz del día’. ‘La sociedad secreta se desbarató al final de la guerra’. 3 Derrochar bienes materiales: ‘Desbarataron la fortuna familiar en pocos años’ ”.

En el Diccionario del español actual, de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos se lee: “desbaratar. 1. Deshacer algo. Generalmente implica desorden o dispersión. (…) Deshacerse. (…) 2 Frustrar. 3 Poner al enemigo en fuga. 4 Deshacer a alguien a golpes, frecuentemente [usado] como amenaza”.

El Diccionario de uso del español de María Moliner se aparta un poco de las anteriores definiciones. Dice: “desbaratar. Desarreglar, estropear o trastornar. 1. Quitar el arreglo u orden de una cosa: ‘La mojadura ha desbaratado los pliegues del vestido’.  2 Deshacer o arruinar una cosa. 3 Frustrar. Hacer que no sigan adelante o se realicen intrigas, planes, etc.: ‘La guerra desbarató mis planes’ (…)”.

En el lenguaje común la aplicación del verbo “desbaratar” es más rico de lo que reflejan los diccionarios. De hecho, todo es desbaratable, tanto lo material como lo inmaterial. Se puede “desbaratar” objetos inanimados, personas, instituciones, etc.

En Venezuela la palabra “desbaratar” suele deformarse en el lenguaje rústico y vulgar, y decir “esbaratar”, e incluso “esfaratar”. Tales deformaciones deben evitarse.

“Desbaratar” deriva de “barata”, éste en el sentido de “confusión, barullo”.


LA PARTÍCULA "EX"

 

La partícula “ex” tiene en nuestro idioma mucho uso. No siempre significa lo mismo, y de hecho se trata de dos categorías distintas, aunque provengan de la misma fuente etimológica y haya entre ellas una evidente relación semántica.

En primer lugar, “ex” funciona como un adjetivo definido por el DRAE como lo “Que fue y ha dejado de serlo. Ex ministro, ex marido”. La Nueva gramática de la lengua española lo llama “prefijo autónomo o separable…”. Sin embargo, otros diccionarios lo definen como preposición: “prep. Antepuesto a un nombre o a un adjetivo, indica que ya no se es lo que estos significan: ‘El ex ministro ha vuelto a su cátedra en la universidad’. ‘Los ex militantes del partido disuelto quieren formar otro’” (Diccionario CLAVE).

En estos casos “ex” se usa indistintamente pegado a la palabra a que se refiere (“exministro”,  “exmarido”) o separado de ella (“ex ministro, ex marido”), y aun con un guión intermedio. Es más recomendable, pero no obligatorio, escribirlos separados.

Aparte de estas definiciones como adjetivo y como preposición, se da también la definición de “ex” como sustantivo: “Persona que ha dejado de ser cónyuge o pareja sentimental de otra” (DRAE): “Ese es el ex de Fulanita”. Parecidamente el Diccionario del español actual, de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos dice: “ex (coloquial) Forma abreviada de ex–ministro, ex–marido, ex–mujer, ex–novio, u otro compuesto consabido para los interlocutores (…)”. Del  mismo modo, el Diccionario de uso del español de América y España VOX lo da como sustantivo coloquial definido como “Persona que ha dejado de ser la pareja (cónyuge o novio) de alguien: ‘Fui con tu ex a tomar un café’. ‘Mi ex se quedó con la casa y yo con el automóvil’”.

“Ex–” puede ser también un prefijo, es decir, una partícula que se une al comienzo de una palabra simple, para formar una palabra compuesta. Como tal el DRAE lo define del siguiente modo: “1. pref. Significa 'fuera' o 'más allá', con relación al espacio o al tiempo. Extender, extraer, exhumar, excéntrico. 2. pref. Indica privación. Exánime. 3. pref. A veces no añade ningún significado especial. Exclamar, exornar”.

En estos casos “ex-“ suele ir pegado a la palabra a que se refiere, como es común con todos los prefijos.