TIPOS DE LENGUAJE
Alexis Márquez Rodríguez
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Todos los hablantes de un idioma hablan el mismo
lenguaje. El Castellano o Español que hablan un escritor, un académico, una
persona de alto nivel cultural, es el mismo que hablan un obrero, un campesino,
una ama de casa común y corriente. Del mismo modo, el Castellano que hablamos
hoy es el mismo de Cervantes y demás personas de su tiempo. Sólo que el de hoy
es el producto de un proceso de evolución, a lo largo del cual se han conservado
los elementos básicos y esenciales, característicos y definitorios de nuestro
idioma, pero han desaparecido numerosos elementos, mientras se le han agregado
muchos otros.
Sin embargo, en la práctica en el uso de la lengua se dan
diferencias importantes, que aun conservando la unidad lingüística originan
diversas modalidades idiomáticas. De ahí que es posible hablar de diversos
tipos de lenguaje.
La primera diferencia es entre lenguaje culto y
lenguaje vulgar. El lenguaje culto es el producto de un elevado nivel
de educación. El lenguaje culto supone un alto grado de corrección
gramatical, y el empleo de vocablos y giros de construcción que no son de uso
corriente. El lenguaje vulgar lo empleamos en las relaciones ordinarias,
en la conversación habitual, por lo que se habla también de lenguaje
coloquial, familiar o popular. El lenguaje obsceno es
lenguaje vulgar, pero no todo lenguaje vulgar es obsceno. Aquí
empleamos el término “vulgar” en su sentido de perteneciente o relativo al
“vulgo”, entendido este como el común de las personas, que no han alcanzado un
alto grado de educación o de ilustración.
No obstante, el lenguaje vulgar suele ser
utilizado también por las personas cultas en su relación cotidiana con los
demás, reservándose el culto para determinadas situaciones.
Una excelente diferencia entre lenguaje culto y
lenguaje vulgar la hallamos en el pasaje con que don Antonio Machado inicia
su libro Juan de Mairena. El maestro le pide al alumno que escriba la
frase “Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa”. Así lo hace el
alumno, y entonces el maestro le dice: “Vaya usted poniendo eso en lenguaje
poético”. El alumno medita un momento y luego escribe: “Lo que pasa en la
calle”. De paso observemos que según Machado lo verdaderamente poético es el
lenguaje popular.
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Vimos que una primera
diferenciación entre los varios tipos de lenguaje es la del lenguaje
culto y el lenguaje vulgar. Con la importante advertencia de
que “vulgar” no es equivalente de “obsceno”. El lenguaje obsceno o
escatológico es vulgar, pero no todo lo vulgar o escatológico es
obsceno. El lenguaje vulgar puede ser también grosero, mas tampoco
“grosero” es sinónimo de “obsceno”. El lenguaje grosero es
chabacano, ordinario, tosco, de mal gusto, y puede emplear expresiones
obscenas, pero no siempre.
Dentro del lenguaje culto se incluye el
lenguaje literario, que se emplea en la novela, el cuento, la poesía,
el teatro y demás géneros literarios. El lenguaje literario no se
define principalmente por su corrección gramatical, que de hecho
generalmente la tiene, sino por el uso de figuras retóricas y demás
recursos literarios, como la metáfora, el símil, le metonimia, la
hipérbole, la imagen sinestésica, las aliteraciones, el oxímoron, el
quiasmo, etc. Estas figuras, que tienen un valor estético, definen el
carácter literario del lenguaje, pero esto no quiere decir que dichas
figuras sean exclusivas de la literatura. En el lenguaje común y
corriente, aun en el vulgar, coloquial, conversacional o familiar se
suele emplear metáforas, símiles, metonimias, oximorones, hipérboles y
demás figuras retóricas. Pero estas, en el lenguaje literario
cumplen una función definitoria más importante que en el lenguaje
corriente.
Muy vinculado con el lenguaje literario,
pero sin ser lo mismo, se da también el lenguaje periodístico.
Antes este lenguaje se empleaba sólo en los periódicos y revistas
impresos, pero hoy día se ha extendido al periodismo que se ejerce a
través de los medios radioeléctricos, el cine, la radio y la televisión.
Dentro del lenguaje periodístico hay que distinguir diversas
modalidades, según el tipo de periodismo de que se trate. No son
exactamente iguales el lenguaje de la noticia (periodismo informativo) y
el lenguaje del artículo (periodismo de opinión), o el de la entrevista,
la crónica, la reseña, etc.
Incluso se dan
importantes diferencias de lenguaje según el tipo de periódicos de que se
trate. Entre el lenguaje de un periódico de tamaño estándar y el de un
tabloide hay notorias diferencias.
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En el artículo anterior
decía que el lenguaje periodístico varía de acuerdo con diversos
criterios, entre ellos el tipo de periódico de que se trate. Hay
variables entre el lenguaje de un periódico estándar y un tabloide. En el
estándar hay más espacio, mientras que en el tabloide se impone la
brevedad. Además, por regla general entre un periódico estándar y un
tabloide hay diferencias de conceptos que se manifiestan en las líneas
editorial e informativa, a las cuales tiene que responder el tipo de
lenguaje que se emplee en cada caso.
En el lenguaje periodístico hay también diferencias importantes según se
trate del periodismo impreso o del periodismo radiofónico o audiovisual.
El lenguaje en el periódico impreso es para ser leído, mientras que el
radiofónico es para ser escuchado y el audiovisual para ser leído y
escuchado al mismo tiempo.
Hay otros tipos de lenguaje, según quiénes lo empleen y según en qué se
emplee. El lenguaje científico, por ejemplo, es el que usan los
científicos en su actividad profesional, bien sea oralmente o por
escrito. Fuera de esa actividad los científicos usan, o deben usar el
lenguaje común y corriente. Nada hay más detestable que el empleo por los
científicos de los tecnicismos propios de su lenguaje profesional en su
relación corriente con las personas ajenas a su actividad. Los diversos
tipos de ciencia, además, tienen en su lenguaje específico sus
modalidades propias.
Son muy importantes, como tipos de lenguaje, las llamadas jergas.
Estas son los lenguajes propios de ciertos grupos de personas
relacionadas entre sí por una determinada actividad. Son muy notorias,
por ejemplo, las jergas de los abogados, los médicos, los ingenieros, los
telegrafistas, los economistas, los sacerdotes, los deportistas, los
políticos, los sindicalistas, los militares, etc.
Particular interés tiene la jerga de los jóvenes. Este es un lenguaje muy
variable, porque cada generación tiene el suyo propio, y aun suelen
variar dentro de una misma generación. Son palabras y frases que los
jóvenes emplean en su lenguaje cotidiano, y que muchas veces los adultos
no conocen o no entienden, pues se trata precisamente de un lenguaje con
el cual los jóvenes buscan diferenciarse de los mayores.
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