HISPANISTA - Vol XI- 42 - Julio - Agosto - Septiembre de 2010
Revista electrónica de los Hispanistas de Brasil - Fundada en abril de 2000
ISSN 1676-9058 ( español)
ISSN 1676-904X (portugués)
Editora general: Suely Reis Pinheiro

TIPOS DE LENGUAJE

Alexis Márquez Rodríguez

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Todos los hablantes de un idioma hablan el mismo lenguaje. El Castellano o Español que hablan un escritor, un académico, una persona de alto nivel cultural, es el mismo que hablan  un obrero, un campesino, una ama de casa común y corriente. Del mismo modo, el Castellano que hablamos hoy es el mismo de Cervantes y demás personas de su tiempo. Sólo que el de hoy es el producto de un proceso de evolución, a lo largo del cual se han conservado los elementos básicos y esenciales, característicos y definitorios de nuestro idioma, pero han desaparecido numerosos  elementos, mientras se le han agregado muchos otros.

Sin embargo, en la práctica en el uso de la lengua se dan diferencias importantes, que aun conservando la unidad lingüística originan diversas modalidades idiomáticas. De ahí que es posible hablar  de diversos tipos de lenguaje.

La primera diferencia es entre lenguaje culto y lenguaje vulgar. El lenguaje culto es el producto de un elevado nivel de educación. El lenguaje culto supone un alto grado de corrección gramatical, y el empleo de vocablos y giros de construcción que no son de uso corriente. El lenguaje vulgar lo empleamos en las relaciones ordinarias, en la conversación habitual, por lo que se habla también de lenguaje coloquial, familiar o popular. El lenguaje obsceno es lenguaje vulgar, pero no todo lenguaje vulgar es obsceno. Aquí empleamos el término “vulgar” en su sentido de perteneciente o relativo al “vulgo”, entendido este como el común de las personas, que no han alcanzado un alto grado de educación o de ilustración.

No obstante, el lenguaje vulgar suele ser utilizado también por las personas cultas en su relación cotidiana con los demás, reservándose el culto para determinadas situaciones.

Una excelente diferencia entre lenguaje culto y lenguaje vulgar la hallamos en el pasaje con que don Antonio Machado inicia su libro Juan de Mairena. El maestro le pide al alumno que escriba la frase “Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa”. Así lo hace el alumno, y entonces el maestro le dice: “Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético”. El alumno medita un momento y luego escribe: “Lo que pasa en la calle”. De paso observemos que según Machado lo verdaderamente poético es el lenguaje popular.



 

 

 

 

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Vimos que una primera diferenciación entre los varios tipos de lenguaje  es la del lenguaje culto y el lenguaje vulgar. Con la importante advertencia de que “vulgar” no es equivalente de “obsceno”. El lenguaje obsceno o escatológico es vulgar, pero no todo lo vulgar o escatológico es obsceno. El lenguaje vulgar puede ser también grosero, mas tampoco “grosero” es sinónimo de “obsceno”. El  lenguaje grosero es chabacano, ordinario, tosco,  de mal gusto, y puede emplear expresiones obscenas, pero no siempre.

Dentro del lenguaje culto se incluye el lenguaje literario, que se emplea en la novela, el cuento, la poesía, el teatro y demás géneros literarios. El lenguaje literario no se define principalmente por su corrección gramatical, que de hecho generalmente la tiene, sino por el uso de figuras retóricas y  demás recursos literarios, como la metáfora, el símil, le metonimia, la hipérbole, la imagen sinestésica, las aliteraciones, el oxímoron, el quiasmo, etc. Estas figuras, que tienen un valor estético, definen el carácter literario del lenguaje, pero esto no quiere  decir que dichas figuras sean exclusivas de la literatura. En el lenguaje  común y corriente, aun en el vulgar, coloquial, conversacional  o familiar se suele emplear metáforas, símiles, metonimias,  oximorones, hipérboles y demás figuras retóricas. Pero estas, en el lenguaje literario cumplen una función definitoria más importante que en el lenguaje corriente.

Muy vinculado con el lenguaje literario, pero sin ser lo mismo, se da  también el lenguaje periodístico. Antes este lenguaje se empleaba sólo en los periódicos y revistas impresos, pero hoy día se ha extendido al periodismo que se ejerce a través de los medios radioeléctricos, el cine, la radio y la televisión. Dentro del lenguaje periodístico hay que distinguir diversas modalidades,  según el tipo de periodismo de que se trate. No son exactamente iguales el lenguaje de la noticia (periodismo informativo) y el  lenguaje del artículo (periodismo de opinión), o el de  la entrevista, la crónica, la reseña, etc.

Incluso se dan importantes diferencias de lenguaje según el tipo de  periódicos de que se trate. Entre el lenguaje de un periódico de tamaño estándar y el de un tabloide hay notorias diferencias.

 


 

 

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En el artículo anterior decía que el lenguaje periodístico varía de  acuerdo con diversos criterios, entre ellos el tipo de periódico de que  se trate. Hay variables entre el lenguaje de un periódico estándar y un  tabloide. En el estándar hay más espacio, mientras que en el tabloide se impone la brevedad. Además, por regla general entre un periódico estándar y un tabloide hay diferencias de conceptos que se manifiestan en las líneas editorial e informativa, a las cuales tiene que responder el tipo de lenguaje que se emplee en cada caso.

En el lenguaje periodístico hay también diferencias importantes  según se trate del periodismo impreso o del periodismo radiofónico o  audiovisual. El lenguaje en el periódico impreso es para ser leído,  mientras que el radiofónico es para ser escuchado y el audiovisual para  ser leído y escuchado al mismo tiempo.

Hay otros tipos de lenguaje, según quiénes lo empleen y según en  qué se emplee. El lenguaje científico, por ejemplo, es el que usan los  científicos en su actividad profesional, bien sea oralmente o por escrito.  Fuera de esa actividad los científicos usan, o deben usar el lenguaje común y corriente. Nada hay más detestable que el empleo por los científicos de los tecnicismos propios de su lenguaje profesional en su relación corriente con las personas ajenas a su actividad. Los diversos tipos de ciencia, además, tienen en su lenguaje específico sus  modalidades propias.

Son muy importantes, como tipos de lenguaje, las llamadas jergas. Estas son los lenguajes propios de ciertos grupos de personas  relacionadas entre sí por una determinada actividad. Son muy notorias, por ejemplo, las jergas de los abogados, los médicos, los ingenieros,  los telegrafistas, los economistas, los sacerdotes, los deportistas, los  políticos, los sindicalistas, los militares, etc.

Particular interés tiene la jerga de los jóvenes. Este es un  lenguaje muy variable, porque cada generación tiene el suyo propio, y aun suelen  variar  dentro de una misma generación. Son palabras y frases que los jóvenes  emplean en su lenguaje cotidiano, y que muchas veces los adultos no conocen o no entienden, pues se trata precisamente de un lenguaje con  el cual los jóvenes buscan diferenciarse de los mayores.