HISPANISTA  Vol XV 58 Julio Agosto - Septiembre de 2014
Revista electrónica de los Hispanistas de Brasil
Fundada en abril de 2000
ISSN 1676
9058 ( español) ISSN 1676 904X (portugués)

Editora general: Suely Reis Pinheiro

Alexis Márquez Rodríguez

 
Achaque
Muchas veces cuando una persona de cierta edad se queja de algún malestar físico no falta quien le diga que esos son “achaques” del almanaque
Muchas veces cuando una persona de cierta edad se queja de algún malestar físico no falta quien le diga que esos son “achaques” del almanaque. En efecto, el Drae define de esa manera el sustantivo “achaque”: “Indisposición o enfermedad habitual, especialmente las que acompañan a la vejez”.

En tal sentido es un vocablo común y corriente, usado con frecuencia en el lenguaje coloquial o familiar. Por eso no deja de sorprender que, cuando leemos su definición en el Drae descubrimos que es palabra polisémica, incluso con un gran número de acepciones. Doce registra el diccionario, la mayoría desconocidas, y por tanto inusuales, al menos en nuestro país: “achaque. Indisposición o enfermedad habitual, especialmente las que acompañan a la vejez. 2. Indisposición o enfermedad generalmente ligera. 3. Vicio, defecto, tacha, tanto físico como moral. 4. Excusa o pretexto. 5. Asunto o materia. 6. Multa o pena pecuniaria, especialmente la que impone el Concejo de la Mesta. 7. p. us. Ocasión, motivo, causa. 8. coloq. desus. Menstruo de la mujer. 9. desus. Embarazo de la mujer. 10. desus. Apariencia o reputación. 11. desus. Denuncia que hace el soplón con el intento de componerse con el presunto culpable y sacarle dinero para no proseguir la causa. 12. plural. Costa Rica y Nicaragua. Indisposiciones, mareos o ascos que padecen las mujeres embarazadas”.

Que la mayoría de estas acepciones son desusadas lo prueba que casi todos los diccionarios las ignoran, y solo registran la primera que aparece en el Drae, referida a los quebrantos de salud de poca monta que suelen ocurrir a las personas de cierta edad.

Aparte de ello, no dejan de llamar la atención algunas de estas acepciones, que por inusuales entre nosotros nos resultan extrañas. Es el caso de la 4ª, según el Drae, “Excusa o pretexto”. O la 5ª: “asunto o materia”. O la 6ª: “Multa o pena pecuniaria, especialmente las que impone el Concejo de la Mesta”.

Aún más extrañas nos resultan las otras acepciones registradas por el Drae. Muy forzado nos parece que “achaque” pueda significar “ocasión, motivo o causa” de algo, o menstruación, o embarazo de la mujer. Ello, sin embargo, contribuye a dar idea del dinamismo del idioma, que lo mismo se manifiesta en la creación de nuevas palabras, como en el olvido y desaparición de otras.
 

                                    

Broma

La palabra “broma”, de uso muy frecuente en Venezuela, es polisémica y se aplica en diferentes ocasiones, generalmente en el lenguaje coloquial.
El Drae le atribuye numerosas acepciones: “Bulla, algazara, diversión. 2. Chanza, burla. 3. Persona o cosa pesada y molesta. 4. Molusco lamelibranquio marino de aspecto vermiforme, con sifones desmesuradamente largos y concha muy pequeña, que deja descubierta la mayor parte del cuerpo. Las valvas de la concha, funcionando como mandíbulas, perforan las maderas sumergidas, practican en ellas galerías que el propio animal reviste de una materia calcárea segregada por el manto, y causan así graves daños en las construcciones navales (…)”. El Drae registra además dos acepciones definidas como venezolanismos: “5. coloq. Ven. Objeto o asunto cuyo nombre no se recuerda, se ignora o no se quiere mencionar. 6. coloq. Ven. Hecho o situación que causa incomodidad o inconvenientes”.

Con mucha frecuencia en nuestro país empleamos “broma” en frases expresivas con una gran variedad de significados: “Echar broma” o “bromas” puede referirse a “molestar”, a “divertirse”, etc.

“¡Qué broma!” puede expresar disgusto, asombro, desacuerdo, contrariedad…

“¡Qué broma, vale! Cuánto lo siento…”: Expresa alguna contrariedad por una causa específica.

“¡Ah buena broma!”, se refiere a una situación lamentable.


“Buena broma que me echaste”, indica contrariedad o protesta, referida específicamente a una actitud perjudicial de alguien contra otra persona.

“La broma es que parece que va a llover y no podremos salir”: Equivale a “el problema”, “lo malo”, “el inconveniente”, etc.

“¿Qué broma es esa que tienes en la mano?”: ¿Qué es eso que tienes e la mano?

“De broma llegamos…”: Nos costó llegar…; Por poco no llegamos…

“No me hagas caso, que es en broma…”: No me hagas caso, que no es en serio…

“A Fulano le echaron una broma…”: A Fulano le causaron un daño o perjuicio…

“¿Cómo es la broma…?”: ¿Cómo es la cosa o el asunto…?

“Ni de broma…”: De ninguna manera; negación enfática de hacer o decir algo… Es factible en este caso usar el diminutivo, que paradójicamente aumenta la idea de rechazo: “de bromita…”.

“Deja la broma, que no estoy de muy buen humor…”: No sigas con eso, manifestación de molestia…

“Buena broma se echó encima Fulano…”: Tamaño problema se echó encima Fulano…

 

                                         Chanchullo

Según el Drae, “chanchullo” significa “manejo ilícito para conseguir un fin, y especialmente para lucrarse”

Según el Drae, “chanchullo” significa “manejo ilícito para conseguir un fin, y especialmente para lucrarse”. Esta definición es imprecisa e incompleta, pues el “chanchullo” supone mucho más que el simple hecho de que se trate de una conducta ilícita, es decir, contraria a la ley y la moralidad, tal como el mismo Drae define lo “ilícito”.

Más exacta, sin serlo del todo, es la definición que de “chanchullo” hace el “Clave. Diccionario de uso del español actual”: “Lo que se hace de manera ilegal o poco limpia para conseguir un fin o para sacar provecho: ‘El día que se descubran todos sus chanchullos, acabará en la cárcel’ (…)”.

Aun más precisa es la definición del “Diccionario de uso del español de América y España”: 1. coloq. Acción de una persona o acuerdo secreto entre varias personas para, de forma poco clara, conseguir un beneficio sobre un asunto en perjuicio de otros: ‘El famoso editor cree que en la concesión de ciertos premios literarios, de vez en cuando, hay chanchullos a veces descarados’. 2. Bolivia. Escrito que contiene apuntes u otro tipo de información que un estudiante oculta para poder consultarlo y poder copiar de él en un examen (…)”.

En nuestro país es muy común el uso de “chanchullo” referido a ciertos asuntos oscuros o no muy claros. El “Diccionario del habla a
ctual de Venezuela”, de Rocío Núñez y Francisco Javier Pérez, lo define de la siguiente manera: “1. coloq. Asunto oscuro que se presume fraudulento en una negociación, gestión administrativa, contratación o convenio. 2. coloq. Fraude que una persona le hace a otra”. Aunque esta definición es bastante general, en cuanto a la diversidad de asuntos en relación con los cuales en Venezuela usamos la palabra “chanchullo”, entre nosotros es bastante frecuente el empleo de dicha palabra en el campo electoral, cualquiera que sea el tipo de elección de que se trate. Es muy común usar “chanchullo” en relación con la emisión del voto en las elecciones presidenciales o parlamentarias, hasta el punto de que mucha gente relaciona el uso de esa palabra solo con la materia electoral. Pero, en realidad, no es así. De hecho dicha palabra posee una amplia gama de aplicaciones. En la práctica, “chanchullo” puede haber en los votos emitidos o contados en una elección, pero también en muchos otros comportamientos.