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El hipertexto.  Hoy aventura, ¿mañana, orden?

Nombre del Autor:  Ana María Bocca

Bandera de Argentina

anabocca@hotmail.com

Palabras clave: Hipertexto – nuevas tecnologías

Minicurrículo: Prof. y Lic. en Lengua y Literatura Española egresada de la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba – Argentina. Prof. de Lengua Española en el nivel secundario. JTP  en la Cátedra de Lengua Española I de la Sección Lenguas Extranjeras Prof. Titular de Lengua Española IV de la Sección Castellano de la Facultad de Lenguas de la UNCba. Investigadora adscripta del Centro de Italianística dependiente de la Facultad de Lenguas.

Nombre del Autor: Patricia Compagnoni

Bandera de Argentina

Minicurrículo: Prof. Lic. en Lengua y Literatura Española egresada de la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba – Argentina. Prof. de Lengua Española en el nivel secundario. Prof. de Español para Extranjeros en la Facultad de Lenguas de la UNCba. Investigadora adscripta del Centro de Italianística dependiente de la Facultad de Lenguas.

Nombre del Autor: Sonia Bierbrauer 

Bandera de Argentina

sbbier@arnet.com.ar

Minicurrículo: Lic. en Lengua y Literatura Española egresada de la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba – Argentina. Prof. de Lengua Española en el nivel secundario. Prof. Adscripta en las Cátedras de Lengua Española II de la Sección Lenguas Extranjeras y de Lengua Española IV de la Sección Castellano de la Facultad de Lenguas de la UNCba. Coordinadora de los Cursos Intensivos de Idiomas de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Lenguas la UNCba y Coordinadora del Área de Español para Extranjeros en la misma Facultad. Investigadora adscripta del Centro de Italianística y del Grupo de Análisis Crítico del Discurso dirigido por la Dra. Isolda Carranza dependientes de la Facultad de Lenguas.

Resumo: As novas tecnologias e o livro tradicional aparentemente estão dissociados. A partir deste artigo que propomos, convidamos a refletir sobre estes dois conceitos de acordo com os preceitos de Guillermo de Torre em sua obra "La aventura y el orden"  

Resumen: Las nuevas tecnologías y el libro tradicional aparentemente están disociados. A partir del artículo que proponemos, invitamos a reflexionar sobre estos dos conceptos desde los preceptos de Guillermo de Torre en su obra "La aventura y el orden"

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En la Aventura y el orden (1943/1948), Guillermo de Torre reúne algunos de sus ensayos que habían estado dispersos hasta el momento de la publicación. Allí  sintetiza los dos conceptos que tienen su anclaje en el título e invitan al lector a  reflexionar sobre dos conceptos tan vigentes y antitéticos como lo son la aventura y el orden.
Los dos términos refieren a dos posiciones constantes del espíritu creador: 

Por un lado, el espíritu creador que representa el afán de descubrimiento y variedad que existe en toda alma humana; y
Por el otro, la necesidad de permanecer aferrado a la tradición. 
Ideas de continuación y de retorno que aparecen a lo largo de toda la historia de la humanidad. Esto es visible desde una concepción dinámica del fenómeno de la creación artística. Allí lo nuevo va seguido indefectiblemente por  la tradición, alimentándose de ella.

Si bien reconoce Guillermo de Torre que las obras clásicas de la literatura son lo nuevo de ayer, y al mismo tiempo el orden de hoy, lo que les confiere el tono aventurero es que fueron progresistas en la concepción del arte. La aventura y el orden
suelen coexistir imbricados y hasta se muestran como ambivalentes.
Como afirma el autor: “todo fluye y cambia perpetuamente. Nunca podremos bañarnos dos veces en el mismo río. Retornar a estos principios órficos, dan un alcance actual a las máximas de Heráclito, concebir el cambio como única realidad supone aproximarnos más al mundo fluyente donde muestran su relatividad (...) las pretensiones de permanencia e invariabilidad estéticas”. [i]  
“Si los conceptos de aventura y de orden se entendían antes solamente referidos al dominio del espíritu, ahora cubren un campo más amplio y mezclado. Inciden en el sector candente donde se afrontan – en lo político, lo social y lo económico – conceptos paralelos que luchan sangrientamente por el dominio del mundo” [ii] así sigue afirmando el autor.  
Si la humanidad no enmudeció tras la novedad tecnológica de la escritura, ¿por qué hoy la aparición del texto electrónico y las nuevas tecnologías de los hipermedios reemplazaría al texto impreso? ¿O es que el hoy se nutrirá del ayer? 
A lo largo del siglo XX,  pensadores como Barthes, Foucoult, Derrida, Bakhtin, han coincidido en dejar de lado los viejos esquemas y sistemas conceptuales basados en nociones rígidas como margen, linealidad, centro, jerarquía, para dar paso a otras denominaciones tales como nodos, nexo, entretejidos, y redes internas o externas para el procesamiento de la información.  

Si el año 1501 se constituyó como la fecha del nacimiento de los libros impresos, el año 2000 sirve para señalar el principio de la textualidad electrónica donde tiene cabida una escritura no lineal, no secuencial,  un texto que desafía al lector a elegir una nueva pantalla interactiva: el hipertexto.[iii] El prefijo griego υπέρ significa encima o por encima del texto. El hipertexto es texto de otro modo, un nuevo tipo de texto.  

Si bien hemos dicho que el hipertexto es no lineal, esto puede llegar a confundir. Toda lectura individual del hipertexto es obviamente lineal, es decir que el lector para ir de un objeto a otro lo hace linealmente. Lo que en realidad define al hipertexto no es la no  linealidad, sino la elección personal del lector para determinar qué senderos elegirá en cada momento según la información disponible. El sentido de la no linealidad está dado por las redes alternativas que ofrece la información a cada lector.  
La “metavinculación” que propone el hipertexto se origina en la inclusión de notas, apéndices o comentarios en un texto interconectado basado en la noción tradicional de linealidad.  
Mientras que el texto tradicional se lee, el hipertexto se navega. Esto trae aparejado un cambio en los roles de los participantes del proceso comunicativo. El hipertexto diluye la frontera entre autor y lector. El autor pierde su papel hegemónico, no tiene la univocidad mientras que el lector, “usuario”[iv] en la terminología del hipertexto, asume un rol más activo y protagonista. Deja de ser un espectador pasivo y se convierte en un buscador de diferentes tipos de información: léxica, sintáctica, semántica, pragmática, esquemática e interpretativa, la que es ofrecida deliberadamente por programadores y especialistas informáticos y la integración de éstas constituye un proceso cognitivo. El desafío de la búsqueda lo proporciona la inestabilidad del objeto. Éste, no puede ser leído sino sólo adivinado, ocasionando más de una vez experiencias frustrantes para los usuarios novatos que no se allanan  a las exigencias de un texto no lineal, de información simultánea y crea la necesidad de desarrollar capacidades que les permita seleccionar, sin naufragar en un caudal incesante de informaciones nuevas y al mismo tiempo dudar de la veracidad de todo lo que se ofrece y aprovechar los nuevos medios de comunicación y de expresión para hacer un lector reflexivo y crítico. 
Creemos que así como la televisión no eliminó al cine ni los discos compactos a los recitales, tampoco la tecnología informática eliminará los libros de “carne y hueso”[v] seguramente el mundo que nos tocará vivir exigirá la redefinición de los “verbos leer y escribir.
“Ser un ciudadano de la cultura letrada, que circula de pleno derecho en ella, será cada vez más necesario. Tan necesario como aprender a escribir, con las dos manos a través de un teclado”.[vi] 
El autor, por su parte, aparece reducido a escasas referencias de producción hipermediales, realizando la combinación de elementos seleccionados y creados enmarcados en una estructura de enlaces informativos.
Si bien esta tecnología posmoderna que nos invade nos posibilita acceder a un mundo de información y de exploración ilimitado, es necesario aclarar algunos conceptos que traten con justicia tanto al hipertexto como al texto impreso. Entendemos al hipertexto como la gran aventura del siglo XX que está revolucionando la cultura global. La experiencia frente a la pantalla de una computadora personal nos ofrece múltiples recursos interactivos, que nos permiten leer más de dos páginas a la vez o establecer trabajos de análisis comparativo de dos obras literarias simultáneamente, o bien  deslumbrarnos ante los avances en tecnología de la información. Sin embargo, el material es tan frágil e inestable, que más de una vez desaparece por múltiples factores. En el otro extremo, nos encontramos frente a la permanencia, frente al “orden”, que nos ofrece el texto impreso ya que los medios se transforman pero no eliminan a sus predecesores que fueron alguna vez  “la gran aventura”. 
La comunicación entre los hombres se ha adaptado a las etapas de transición por lo que no habría razón para pensar que la computadora no sea un nuevo instrumento que posibilite  el acercamiento intercultural como lo fue la aparición de la imprenta en su momento. 
Lo que diferencia al texto impreso del texto electrónico, es el carácter interpretable del primero. Coincidimos con Umberto Eco cuando dice que la interpretación semántica existe porque un destinatario construye el significado ante la manifestación lineal del texto. En este sentido, Espen J. Aarseth sostiene que “el texto “lineal puede flirtear con la no linealidad, pero la no linealidad no puede mentir ni pretender ser lineal”.[vii] Sintetizando, podemos afirmar que estamos frente a una nueva aventura – el hipertexto y su revolución en el ámbito de las comunicaciones – la que abreva en el orden, en la noción tradicional de texto. Así, tomamos los pensamientos de  Ricardo Gullón que dice que “Guillermo de Torre es uno de los más lúcidos testigos de nuestro siglo. Osciló entre la aventura y el orden sin cesar. Su ambición última fue “encauzar” la aventura para hacerla posible, fecunda y duradera, o, de otro modo, crear un orden suficientemente dinámico, capaz de estar constantemente revisándose y corrigiéndose para no anquilosarse”.[viii] Seguramente, Guillermo de Torre hoy hubiera tomado al hipertexto como una nueva aventura que abre nuevos desafíos, sin por ello desconocer el pasado, la tradición y hubiera bregado por concientizar a los usuarios para lograr que la navegación, por esos nuevos mundos, sea hecha con un sentido crítico y reflexivo que le permita rescatar la información valiosa, verídica  y que contribuya a la adquisición del conocimiento.  

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NOTAS  

[i]
DE TORRE, Guillermo: La aventura y el orden. Seix Barral. Barcelona. 1962. Pág. 56.
[ii] DE TORRE, Guillermo: Ob.Cit. Pág. 61.
[iii] Término empleado por primera vez en 1965 por Theodor H. Nelson.
[iv] La idea de lector, es tomada a partir de considerar la linealidad de los textos. En el caso del hipertexto, esta noción se diluye por lo que este rol debería redefinirse para que abarque tanto el placer estético como el comportamiento hermenéutico.
[v]
FERREIRO, Emilia: “Ciudadanos de la cultura letrada” en Revista El Monitor de la Educación. Ministerio de Educación de la Nación. Tercer Trimestre 2000. Año 1 N° 1. Pág.19  
[vi]
FERREIRO, Emilia. Ob. Cit. Pág.19  
[vii]
AARSETH, Espn J: “No linealidad y teoría literaria” en Teoría del Hipertexto. Paidós. Barcelona. 1997. Pág. 75.
[viii]
GULLÓN, Ricardo: en Introducción de La aventura y el orden. Seix Barral. Barcelona. 1962. Pág. 32  

BIBLIOGRAFÍA

DE TORRE, Guillermo: La aventura y el orden. Seix Barral. Barcelona. 1962.
LADOW, George P. (compilador): Teoría del Hipertexto. Paidós. Barcelona. 1997.
MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN (Argentina): El monitor de la educación. Tercer trimestre
      2000. Año I. N° 1  
FAINHOLC, Beatriz: La interactividad en la educación a distancia. Paidós. Buenos Aires. 1999  
     Hipertexto. Educación sobre tecnología educativa.  Batea. Publicación del CEDIPROE. Buenos      
     Aires. 1994/1995.

Artículo publicado en http://www.maseducativa.com/webs/bierbrauer/    

 

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