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Lazarillo de Tormes y Midnight Cowboy: La picaresca[1] modelo y mito

  Nome do Autor: Robert L. Fiore

fiore@email.arizona.edu

Palavras-chave: picaresca - cinema - discurso

Minicurrículo: Professor do Department of Spanish & Portuguese, University of Arizona. Livros publicados: Lazarillo de Tormes, Edition, Pegasus Press, 2000; Lazarillo de Tormes, Twayne, Boston, l984;  Drama and Ethos: Natural Law in Spanish Golden Age  Theater, University of Kentucky Press, l975; Crítica Hispánica, Edited  volume dedicado ao Lazarillo de Tormes, 1997; Studies in Honor of William C. McCrary, Co-edited with E. Hesse, J. Keller, J. Madrigal, University of  Nebraska, l986. Livros e artigos sobre a picaresca, a comédia e o el auto sacramental do Século de Ouro.

Resumo: Este ensaio estuda os protagonistas "polifacéticos" de Lazarillo de Tormes e Midnight Cowboy; ilustra como e o uso do discurso se combinam ao apresentarem as posturas metafísicas e éticas do cepticismo filosófico;  e explica como Midnight Cowboy é exemplo de uma variante da picaresca em técnica, conteúdo e ponto de vista metafísico.  As duas obras dão forma estética a discursos coletivos e antagonistas de classes sociais e à filosofía céptica, parte do “Inconsciente Político” de duas épocas.

Resumen: Este ensayo estudia los protagonistas polifacéticos de Lazarillo de Tormes y Midnight Cowboy; ilustra cómo y el uso del discurso se combinan a presentar las posturas metafísica y éticas de del escepticismo filosófico;  y explica cómo Midnight Cowboy es ejemplo de una variante de la picaresca en técnica, contenido y punto de vista metafísico.  Las dos obras dan forma estética a discursos colectivos y antagonistas de clases sociales y la filosofía escéptica, parte del “Inconsciente Político” de dos épocas. 


Muchos críticos han intentado definir la picaresca, tanto la española como la hispanoamericana, como novela, género, mito y explicar su estructura, modo,  forma autobiográfica y su ideología.[2] Asimismo hay numerosas publicaciones sobre el Lazarillo (más de 600 en el siglo xx) que han ponderado su estructura y técnica, sus alusiones histórica y literarias, su autor anónimo, y las primeras ediciones.   
Pero, a pesar de sus esfuerzos, la picaresca, tanto la española como la hispanoamericana y el prototipo, Lazarillo siguen llamando la atención de los críticos.
[3]  Este ensayo estudia los protagonistas polifacéticos de Lazarillo de Tormes y Midnight Cowboy; ilustra cómo las observaciones del histor,[4] las experiencias de los protagonistas y el uso del discurso se combinan a presentar las posturas metafísica y éticas de del escepticismo filosófico;  y explica cómo Midnight Cowboy es ejemplo de una variante de la picaresca en técnica,[5] contenido y punto de vista metafísico.  

Con sus cuidadosos estudios, Claudio Guillén, Ulrik Wicks, Peter Dunn y  Fernando Cabo Azeguinolaza han sacado a la picaresca de la confusión causada por las posiciones extremistas tomadas por algunos otros críticos. El equilibrado y preciso punto de vista de Claudio Guillén sobre la picaresca permite la inclusión de la picaresca como mito.  En su excelente capítulo "Toward a Definition of the Picaresque”, Guillén sugiere que considerar a la picaresca sólo como un evento del pasado es pedantesco y erróneo. Al tratar el problema de una definición sobre la picaresca dice:


It may be useful to distinguish between the following: the picaresque genre, first of all; a group of novels, secondly, that deserve to be called picaresque in the strict sense usually in agreement with the original Spanish pattern; another group of novels, thirdly, which may be considered picaresque in a broader sense of the term only; and finally, a picaresque myth: an essential situation or significant structure derived from the novels themselves (71 [énfasis mío]).[6]

El presente trabajo analiza la picaresca tal  y cómo aparecen en el modelo de El Lazarillo de Tormes y la película Midnight Cowboy y con ello se demuestra la validez y el uso del término al tratar el fenómeno de la picaresca en el Siglo de Oro y en el siglo XX.
El libro, The Political Unconscious del crítico Frederic Jameson[7] puede servir como un catalizador para estudiar  la ideología ética y la filosofía escéptica en el Lazarillo y Midnight Cowboy, dos obras reaccionarias que se puede relacionar con el “Inconsciente Político” de sus épocas.  Según Cabo Aseguinolaza la literatura picaresca se define como “reactionary fiction” a causa de su particular orientación referencial y el origen de la picaresca está ligado a unas particulares circunstancias socio-históricas que justificarían su finalidad reformadora (16-17).  Jameson tiene razón cuando dice que la ideología de una época tiene que ver con “the act and production of symbolic and narrative form”(76) y “antagonistic collective discourses of social classes" (79).  En este caso la novela y la película picarescas de dos períodos históricos dan forma estética a discursos colectivos y antagonistas de clases sociales y la filosofía escéptica, parte del “Inconsciente Político” de dos épocas.   Una breve discusión del ambiente intelectual y cultural de la España del siglo XVI y del resurgimiento del escepticismo puede ayudarnos a entender los discursos antagonistas de clases sociales y cómo y por qué Lázaro, Ratso Rizzo y Joe Buck presentan una actitud escéptica. 
Durante la época de la Reforma el secularismo y el continuo cuestionamiento de la doctrina religiosa penetraron la ortodoxia de España.  Uno de los resultados de la crisis intelectual que siguió fue el resurgimiento del escepticismo, como la primera línea de defensa del catolicismo español contra la Reforma, siendo el escolasticismo la segunda.  El rechazo de Lutero del criterio de la Iglesia Católica a favor de uno nuevo estimuló un debate semejante al de Sextus Empiricus.  Preguntas incluidas en el debate fueron: ¿Cómo se puede justificar la base del conocimiento?  ¿Sobre cuál criterio se basa el conocimiento?   Erasmo, en su Elogio a la locura, condenó la búsqueda en sí de un criterio, diciendo que los asuntos humanos son tan obscuros y variados que no se puede saber nada a ciencia cierta.  Para Erasmo y algunos de sus discípulos la subestructura de la creencia esencial era demasiado compleja para ser juzgada.  Por eso creían, según Henry Popkin, que era más fácil adoptar una actitud escéptica, aceptar la antigua sabiduría de la Iglesia Católica, y adoptar una piedad no teológica.[8]  En Lazarillo de Tormes, el personaje que sufre experiencias  asimila una actitud semejante a la de Erasmo y los escépticos filosóficos en que no admite ninguna verdad y se abstiene de juzgar.   La novela presenta una pseudoautobiografía mimética en la cual el protagonista/narrador es más que un personaje que sufre variadas experiencias, o un marginado; es también un histor, o sea un observador/investigador.  En algunas partes de la obra (el prólogo), se da énfasis al papel del narrador, mientras en otras, se acentúa el del personaje y sus experiencias (el primer tratado) o el del histor, del observador (el quinto tratado). 
En el prólogo parece que Vuestra Merced ha escrito una carta a Lázaro, adulto pidiendo una explicación sobre el caso, el ménage à trois entre Lázaro, su mujer y el Arcipreste: 

Y pues Vuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso, me pareció no tomarlo por medio sino del principio porque se tenga entera noticia de mi persona; y también poreque consideren los que heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los que, siéndoles contraria, con fuerza y maña remando, salieron a buen puerto” (4).[9]  


Parece que Vuestra Merced, el destinatario ha pedido que Lázaro explicara el “caso” que se refiere al consentimiento (ménage à trois) del tratado séptimo. 
La respuesta a la carta de Vuestra Merced es, en efecto, la novela, la relación epistolaria que sigue el prólogo, y Lázaro, el adulto, es el narrador contando su historia en el momento en el que es pregonero en la narración. Nosotros, como segundos lectores de la carta, somos "curiosos oyentes”, por decirlo de alguna manera.  Lázaro no relata realmente el "caso... por extenso" ni tampoco da "entera noticia de mi persona" como dice que va a hacer. Es en efecto un histor que selecciona la realidad que observa, interpretándola de forma subjetiva.  En su pseudo-exitosa historia Lázaro desea mejorar su vida, utilizando “fuerza y maña” y siguiendo el ejemplo de su madre, quien “...como sin marido y sin abrigo se viese, determinó arrimarse a los buenos, por ser uno de ellos” (6).   La primera desilusión de Lazarillo se da cuando el ciego, su tutor en “fuerza y maña” golpea la cabeza del niño contra la estatua.  Lazarillo exclama, “ Me pareció que en aquel instante desperté de la simpleza en que como niño, dormido estaba.  Dije entre mí: ‘Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar  cómo me sepa valer’” (9).  Lazarillo se da cuenta que está solo en el mundo, pero aprende bien de su tutor, tan bien, de hecho, que enseña a su maestro una lección sobre “fuerza y maña” al ganar la batalla de las agudezas cuando el ciego salta y se da contra el pilar.

 
El tercer tratado es importante por las observaciones agudas del histor, los pensamientos más íntimos del protagonista, y el punto de vista metafísico del narrador.  Como observa Guillén, aquí rallenti del tiempo que intensifica el sufrimiento de Lazarillo.[10]  A mi parecer, también permite unas observaciones detalladas del histor, y unos pensamientos íntimos del protagonista.  Algunos soliloquios o monólogos interiores de este tratado ofrecen un indicio del pensamiento metafísico del protagonista/narrador y su postura escéptica enterrados en el texto.  Lazarillo observa el comportamiento pretencioso del escudero y ofrece sus pensamientos escépticos sobre el plan y la justicia de Dios cuando dice:

¡Bendito seáis Vos, Señor...que dais la enfermedad y ponéis el remedio!  ¿Quién 
encontrará a aquel mi señor que no piense, según él contento de sí lleva, haber anoche bien cenado y dormido en buena cama y aun ahora es de mañana, no le cuenten por muy bien almorzado?  ¡Grandes secretos son, Señor, los que Vos hacéis y las gentes ignoran!  (40) 

En cuanto al pensamiento metafísico se ve que el protagonista no comprende el plan de Dios sus grandes secretos que permiten el sufrimiento y el engaño en su mundo.  Desde el punto de vista del escepticismo no se puede saber nada con seguridad, ni mucho menos los “grandes secretos de Dios”.


En el último tratado la fusión del discurso con el silencio, da una representación irónica de la historia del así llamado éxito de Lázaro y su actitud escéptica.  Cuando Lázaro dice: "...quiso Dios alumbrarme y ponerme en camino y manera provechosa" (63) parece que ha tenido éxito y que  está contento con haber llegado a buen puerto.  Sin embargo, para mantener su arreglo matrimonial y la paz en su casa, tiene que acallar las malas lenguas.  En cuanto al caso, el ménage à trois, Lázaro ha guardado el silencio hasta el tiempo presente de la narración: “Hasta el día de hoy nunca nadie nos oyó sobre el caso...” (65).  Tanto el lenguaje como el silencio enmascaran su exposición del caso, su versión de la realidad.  Al final de la obra Lázaro está tan inseguro y ansioso como lo estuvo al principio porque su matrimonio, la base de su "éxito" cae bajo el dominio de la fortuna. Los dos temas importantes, el deseo y la desilusión están relacionados con la fortuna. 
El protagonista está motivado por su deseo de mejorar su fortuna, pero después de fracasar, o de un éxito superficial, se desilusiona porque su vida no prospera. La fortuna, que desempeña un papel importante por toda la novela, forma parte de la filosofía que Lázaro desarrolla en la narración.  Esta filosofía es escéptica en que no se admiten certidumbres en el mundo, ni un criterio por medio del cual se pueda juzgar, excepto la fortuna.  En el séptimo tratado la fortuna forma parte de sus juicios, de su actitud escéptica, de su abstención de juzgar, y de su espíritu de compromiso y conciliación.
Al final, se ve que su actitud hacia la sociedad y la ética es semejante al escéptico filosófico que rechaza la existencia de la certidumbre y mantiene, así que la validez objetiva es indemostrable.  Puesto que según este punto de vista, es imposible acertar la verdad o la certeza, Lázaro acepta como regla del comportamiento la suspensión de juzgar cuestiones que contienen evidencia conflictiva.  Lo que es válido para su postura ética, también se aplica a sus valores sociales.  En sus asuntos prácticos, por ejemplo, el matrimonio y su trabajo se entrega a sí mismo a las costumbres de la sociedad con una tranquilidad pasiva.  Según la escuela pirrónica, la renuncia de juzgar, con su adhesión concomitante a las reglas sociales debe llevar consigo la tranquilidad del alma.  Sin embargo al final la única manera en que Lázaro puede conseguir la paz es imponer el silencio acallar las malas lenguas.  En el último tratado el silencio y la disimulación muestran que Lázaro, el protagonista adulto es un conformista social cuyos sentimientos, emociones, y juicios morales son mayormente encubiertos con el silencio.  La fusión del discurso con el silencio, da una representación irónica de la historia del así llamado éxito de Lázaro y su actitud escéptica.  Cuando Lázaro dice: "...quiso Dios alumbrarme y ponerme en camino y manera provechosa" (63) parece que está contento con haber llegado a buen puerto.  Sin embargo, para mantener su arreglo matrimonial y la paz en su casa, tiene que acallar las malas lenguas.  En cuanto al caso, el ménage à trois, Lázaro ha guardado el silencio hasta el tiempo presente de la narración: “Hasta el día de hoy nunca nadie nos oyó sobre el caso...” (65).  Tanto el lenguaje como el silencio enmascaran su exposición del caso, su versión de la realidad.  Al final de la obra Lázaro está tan inseguro y ansioso como lo estuvo al principio porque su matrimonio, la base de su "éxito" cae bajo el dominio de la fortuna.  La fortuna, que desempeña un papel importante por toda la novela, forma parte de la filosofía escéptica que Lázaro desarrolla en la narración.  Esta filosofía es escéptica en que no se admiten certidumbres en el mundo, ni un criterio por medio del cual se pueda juzgar, excepto la fortuna.  En el séptimo tratado la fortuna forma parte de sus juicios, de su actitud escéptica, de su abstención de juzgar, y de su espíritu de compromiso y conciliación.  Se ve que su actitud hacia la sociedad y la ética es semejante al escéptico filosófico que rechaza la existencia de la certidumbre y mantiene, así que la validez objetiva es indemostrable.  Puesto que según este punto de vista, es imposible acertar la verdad o la certeza, Lázaro acepta como regla del comportamiento la suspensión de juzgar cuestiones que contienen evidencia conflictiva.  En sus asuntos prácticos, por ejemplo, el matrimonio y su trabajo se entrega a sí mismo a las costumbres de la sociedad con una tranquilidad pasiva.  Según la escuela pirrónica, la renuncia de juzgar, con su adhesión concomitante a las reglas sociales debe llevar consigo la tranquilidad del alma.  Sin embargo al final la única manera en que Lázaro puede conseguir la paz es imponer el silencio acallar las malas lenguas. 
Lázaro, como pregonero, “hombre de bien” ha ascendido el último  peldaño en la sociedad ha alcanzado el "buen puerto[11] que mencionaba en el prólogo y la "historia exitosa", que combina el deseo y la desilusión, ha terminado.  Como marido complaciente de la querida del Arcipreste, ha llegado a lo que él considera ser “la cumbre de toda buena fortuna”: "Pues en este tiempo estaba en mi prosperidad, y en la cumbre de toda buena fortuna"  (66).  Soy de la opinión de que Lázaro, cuando describe su caso, no es tan feliz como pretende ser; es ciertamente un cornudo pero no está contento, ya que como dice el proverbio: "una persona feliz no tiene una historia que contar."


El mito de la picaresca y Midnight Cowboy 

El mito picaresco que emana del modelo de El Lazarillo de Tormes continúa durante los siglos que sigue a su publicación y aparece en la ficción y las películas como observa
Guillén: “The publication of various contemporary novels of more or less rougish carácter has proved, beyond any doubt, that to regard the picaresque as an event of the past only is a pedantic and erroneous view” (71).  “The picaresque myth will influence other arts, such as the film (the divided reporter in La dolce vita) or even the stage (Mother Courage)” (104).  En el siglo xx no sólo ha surgido en novelas como Die Blechtrommel, Hasta no verte Jesús mío y Mi tío Atahualpa sino también en películas y un ejemplo de una manifestación contemporánea en película es Midnight Cowboy de John Schlesinger.             Durante épocas de desilusión y desaliento, cuando el ser humano se encuentra enajenado y confundido por los valores y mensajes de la sociedad, la picaresca sirve como vehículo para retratar al individuo en un mundo ajeno y hostil. En Midnight Cowboy la picaresca surge al describir a dos pícaros que son delincuentes sociales alienados por una sociedad en desorden a la que no pueden unirse ni tampoco rechazar completamente.
La diferencia entre la narrativa picaresca expresada en el modelo de El Lazarillo de Tormes, y la película, Midnight Cowboy, no está en el contenido, sino en la técnica narrativa.[12]  Como se ha observado, la ficción picaresca es una pseudo-autobiografía narrada en primera persona por un delincuente social, un histor que viaja y observa el mundo que le rodea. En  Midnight Cowboy, Joe Buck y Ratso Rizzo son ciertamente pícaros, pero no hay, por supuesto, una narrativa en primera persona con su característica visión parcial y sus prejuicios. . La narrativa del "yo" se ha convertido en  ojo omnisicente de la cámara que provee varios puntos de vista con sus imágenes y su banda sonora de palabras, música, ruido y
aun silencio.
Como en el la picaresca del Siglo de Oro español, los temas del deseo, la desilusión y la fortuna surgen en la película, poniendo énfasis en la fragilidad e insuficiencia del humano y retratando al mundo como vano y la sociedad como hipócrita. En Midnight Cowboy los dos pícaros se inspiran en los vacíos valores sociales lanzados por unos engañosos medios de comunicación—el “American Dream”.  Los dos personajes, como Lazarillo, se encuentran fuera de la corriente de la sociedad, y come el pícaro, desean mejorar sus vidas cambiando de lugar y de estilo de vida, quieren hacerse “hombres de bien” y llegar a “la cumbre de toda buena fortuna”.  La desilusión les muestra que su búsqueda del “American Dream”,  sus ilusiones, sus ensueños son fantasías basadas en vacíos valores sociales.
      Cuando la película empieza, el público conoce por primera vez a Joe Buck, el pícaro "rural", un tipo encantador que, como muchos personajes picarescos, cree que un cambio de ropa y de lugar mejorará su estatus social.  Deja su trabajo como friega-platos en Miller's Restaurant, se compra un llamativo traje de vaquero, deja su pequeño pueblo en Texas y se encamina hacia Nueva York, en donde está convencido de que necesitan urgentemente sus servicios como semental.  Joe espera ganar dinero satisfaciendo a las mujeres privadas de sexo en Nueva York.  Antes de abandonar Miller's dice a su compañero de trabajo:

There are a lot of rich women back there begging for it, paying for it too.  And the men, they’re mostly tutti fruttis.  (Allí hay muchas mujeres ricas implorándolo, pagando por ello también. Y los hombres, son casi todos unos maricones)[13]

Así que Joe comienza su odisea picaresca yendo a la gran ciudad en donde espera realizar sus sueños. Su "exitosa historia" es una constante adversidad, derrota y desilusión a medida que se mueve horizontalmente a través del espacio en un intento de moverse verticalmente en la sociedad.


Su viaje en autobús atravesando el país transmite inmediatamente elementos del desafortunado contexto social del que Joe emerge como un enajenado, un "half-outsider"  que no puede ser aceptado ni unirse a la sociedad enteramente.  Sus pensamientos retroceden para mostrarle una víctima de la sociedad, un niño solitario, hijo y nieto de prostitutas y una juventud traumatizada por sus experiencias sexuales con Crazy Anne.  En el autobús Joe es un individuo aislado que está separado de su ambiente social pero que es todavía parte del mismo.  Lo intenta, pero Joe no puede comunicarse con sus compañeros de viaje.  Se acerca al conductor del autobús, a la joven madre, al viejo agricultor, a la vieja gruñona y a la monja pero nadie quiere saber nada de él. El director John Schlesinger aptamente retrata la alienación social y los vacíos valores de la sociedad americana usando la plástica compañía de Joe, la radio portátil. Mientras que el autobús viaja a través de Texas, la radio transmite un anuncio para pistolas. Después de ver un cartel que dice "Jesus Saves" en el tejado de una cabaña, escuchamos a un predicador-curandero en un programa llamado "Sunshine Hour" diciendo que ha recibido una carta que contenía diez dólares de una mujer que expectoró dos tumores malignos durante la reunión que tuvieron la semana anterior.  El predicador representa la impía alianza entre el capitalismo y la religión cuando anuncia un maletín para salvar almas que los oyentes pueden comprar por sólo cinco dólares.  A continuación, el público escucha un programa en el que se entrevista a mujeres sobre sus gustos en cuanto a los hombres.  Sus declaraciones sirven de combustible al sueño de Joe de convertirse en un semental y en ese momento piensa que ha hecho la correcta decisión; Nueva York será la ciudad de los sueños.   La radio, y más tarde la televisión en la habitación del hotel en Nueva York, son parte de los medios de comunicación cuyos programas y anuncios reflejan una sociedad decadente y explotadora que ofrece el “American Dream”,  fantasías inalcanzables.

En la ciudad de Nueva York, la falta de comunicación de Joe con los neoyorquinos,  su alineación y sus sueños sobre el éxito aumentan con intensidad. En la habitación del hotel pone en la pared un póster de Paul Newman vestido de vaquero; el póster representa un ídolo para Joe.  El público se da cuenta de que el ídolo es de un valor superficial sin sustancia.  Joe emula el póster vistiéndose de vaquero, se admira a sí mismo en el espejo y se llena de ilusión y de esperanza. Más tarde camina por las calles llenas de gente de Manhattan en busca de una mujer que necesite sexo. Mientras, las palabras de una canción "Everybody's talking at me, can't hear a word they're saying, only the echo of my mind..." (Todo el mundo me está hablando, no puedo oír una palabra de lo que dicen, sólo el eco de mi mente), enfatizan el aislamiento de Joe.

Después de lograr uno de sus objetivos, es decir, ser un semental, Joe se encuentra con su primera desilusión. La mujer, Cass que goza sexo con él no le paga.  Es una prostituta de alta sociedad que vive en un penthouse y  Joe acaba pagándole veinte dólares.  Lo que parecía ser un negocio exitoso resultó ser una ilusión y el burlador ha sido burlado.


Después de esta derrota inicial Joe va a un antro donde conoce a otro perdedor, Enrico "Ratso" Rizzo, el pícaro de la ciudad.  A partir de aquí, Midnight Cowboy retrata a estos dos solitarios que están aislados del mundo en el que viven y cuya única comunicación que tienen es la que mantienen con ellos mismos.  Su conversación, tanto con ellos mismos como con otros, describe convincentemente  a dos tipos modernos picarescos; el pícaro rural es un nativo de Texas, el pícaro de ciudad, un estafador andrajoso del Bronx. Ambos son miembros de un grupo de solitarios. Ratso y Joe tienen mucho en común: una situación familiar desafortunada, un deseo de mejorar su suerte en la vida y frustradas experiencias de adversidad y desilusión. Son dos solitarios  delincuentes sociales que se entienden entre sí e incluso expresan mutua compasión.

En la tradición picaresca, Ratso, el rufián de ciudad, engaña al patán campesino enviándolo al apartamento de O'Daniel donde de nuevo, Joe se desilusiona.  Ratso parecía ser un inteligente hombre de negocios, un empresario pero realmente era un farsante que engaña a Joe y O'Daniel no es el super chulo que Joe pensaba que era; es un predicador desconcertado que tiene un retrete por altar.  Las cosas van de mal en peor.  Joe es  expulsado del hotel y como se encuentra solo sin dinero se convierte en un Midnight Cowboy de la calle 42 que ofrece el sexo a hombres.  Tiene un fracasado encuentro con un joven homosexual y acaba durmiendo en un cine nocturno.  Parece que Joe ha llegado hasta el fondo, pero se vuelve a tropezar con Ratso, quien se encuentra en una peor situación.   Ratso lo invita a su apartamento que está en un edificio condenado.  Como Joe, desea cambiar de lugar geográfico para cambiar su suerte. En las paredes del apartamento de Ratso hay pósters anunciando Florida como la tierra de la felicidad,del sol y del zumo de naranja. Mientras que Ratso le enseña su apartamento a Joe, relata su sueño, ir a Florida para mejorar su vida: "There’s no heat here, but uh, you know, by the time winter comes, uh, I’ll be in Florida”.  (Aquí no hay calefacción, pero, ah, sabes, cuando llegue el invierno, ah, estaré en Florida).  Ratso, que tiene una pierna lastimada y una tos siniestra y fatal, cree que si pudiera llegar hasta Florida todo estaría bien.  Así describe la tierra de sus sueños a Joe: 

The two basic items necessary to sustain life are sunshine and coconut milk.  In Florida you got a terrific amount of coconut trees there.  In fact, I think they even got them in the, uh, gas stations...You got more ladies in Miami than any resort area in the country...I think per capita on a given day there’s probably three hundred of them on the beach.  In fact you can’t even scratch yourself without jet a belly buton there ...up the old kazoo.

(Los dos elementos básicos y necesarios para mantenerse en la vida son los rayos del sol y la leche de coco. En Florida hay una inmensa cantidad de cocoteros. De hecho, creo que incluso los hay en las, ah, gasolineras... Hay más señoritas en Miami que en cualquier otro centro turístico costero en el país... Creo que, durante cualquier día, hay probablemente unas trescientas de ellas per capita en la playa. De hecho, uno no puede ni siquiera rascarse sin tener un ombligo ahí...en el culo).


Florida no sólo le sirve a Ratso de panacea, sino que sugiere que sería algo muy bueno para Joe, "Miami Beach, that’s where you could score. 
Anybody could score there, even you”..  (Miami Beach, ahí es donde podrías triunfar.  Cualquiera podría triunfar allí, incluso tú).  Florida es la tierra prometida en donde sementales y empresarios podrían tener éxito y salud.

En una estación de metro, Ratso habla de su familia y de su juventud.  Mientras le está sacando brillo a las botas de Joe, como en la tradición picaresca, describe a su padre como un jorobado, un limpiabotas que se pasaba catorce horas al día sacando brillo a los zapatos en el metro: "...stupid  bastard, coughed his lungs out from breathing in all that wax all day.  Even a faggot undertaker couldn’t get his nails clean.  They had to bury him with gloves on”.  (estúpido bastardo, escupió sus pulmones de estar todo el día inhalando el betún. Ni siquiera un director maricón de una funeraria no pudo limpiarle las uñas. Tuvieron que enterrarle con guantes puestos).   Más tarde, en el cementerio, roba algunas flores para ponerlas en la tumba de su padre y continúa con la descripción de su padre como un hombre que ni siquiera podía escribir su nombre.   En un flashback, a través del ojo de la cámara Joe recuerda la muerte de su abuela y su vieja y desértica casa. Ambos pícaros han tenido una infancia sórdida y la vida para ellos no es mejor ahora de lo que siempre ha sido. Joe, como su madre y su abuela, utiliza el sexo como forma de salida, y Ratso está tan deformado y falto de salud como su padre.

La "historia exitosa" de la picaresca continúa.  Ratso establece a Joe como escolta para una señora en el Barkeley Hotel for Women, pero los sueños de los dos hombres desaparecen cuando expulsan a Joe del hotel.  Su situación se va deteriorando. Es invierno y la tos de Ratso empeora; el apartamento en el que han estado viviendo va a ser demolido.  La patética escena en la que intentan aliviarse del frío bailando la canción "Orange Juice on Ice" (Zumo de naranja con hielo) para entrar en calor sirve para enfatizar la grave situación en la que se encuentran.  Joe empeña la radio que tanto le gusta y vende sangre para comprar comida.  Hay un momento de gloria para Joe cuando conoce a Shirley en una fiesta y cumple finalmente realiza sus sueños de ser pagado por sus servicios sexuales.  Shirley le paga bien y por un momento parece que la suerte ha sonreído a los dos pícaros.  Parece que existe la posibilidad de un dinero estable por  parte de varias mujeres clientes, pero la calamidad de nuevo les sobreviene.  Joe regresa al apartamento y encuentra a Ratso muy enfermo, con miedo a morir, pero sin querer que un doctor le visite.  Todo lo que quiere es llegar hasta Florida.  Presionado por el deseo de Ratso, Joe vuelve de nuevo a la escena del Midnight Cowboy y le arrebata dinero a un viejo homosexual, dinero que utiliza para comprar billetes de autobús para Florida.


Como en la tradición picaresca, los dos hombres salen en camino, y la película nos lleva a un círculo completo al retratar otro viaje en  autobús lleno de promesas vacías. Para Joe Buck, el primer viaje en autobús significaba un emocionante futuro en Nueva York; el segundo ofrece la ilusión de la felicidad para ambos hombres.  En la establecida forma picaresca, el pícaro se esfuerza por mejorar su situación cambiándose de ropa y de estilo de vida, tal como se observa en este episodio del viaje en autobús.  Durante una parada en el camino, Joe compra ropa nueva para él y para Ratso, y Ratso, quien tanto quiere cambiar su imagen y ser respetado, le pide a Joe, como ya hizo anteriormente, que le llame Rico en lugar de Ratso.  Esta vez, Joe complace el deseo de Rizzo y le revela otro plan que nunca se cumplirá: 

Hey you know Ratso...Rico.  I have this damn thing all figured out.  We’re going to Miami.  What we do is get some sort of job, you know?  Cause hell, I ain’t no kind of hustler...Okay Rico?  Rico?

(Oye Ratso... Rico. Ya sé qué hacer con esta maldita situación.  Nos vamos a Miami.  Lo que hacemos es conseguir algún tipo de trabajo, ¿sabes?  Porque no soy  ningún estafador... ¿De acuerdo Rico? ¿Rico?) 

Rico no contesta.  Está muerto.  No ha vivido lo suficiente para ver Florida y darse cuenta de que su sueño final ha sido otra ilusión.  Joe, lleno de silencioso dolor, abraza a su compañero, mientras que el resto de los pasajeros al principio se perturban con la muerte de Rizzo pero luego se muestran indiferentes.  La película termina con Joe, de nuevo, solo en el autobús.  Nada ha cambiado.  Nada ha mejorado.[14]

Midnight Cowboy retrata a dos pícaros modernos cuyo deseo de mejorar su suerte termina en una solitaria pesadilla de desesperanza y desilusión.  Aquí, pues, la picaresca que surgió en el Siglo de Oro español como un vehículo para describir delincuentes sociales alienados de un universo en desorden, vuelve a surgir en una película del siglo xx para retratar el aislamiento humano y el punto de vista escéptica.


Notas

[1] Parte de este artículo fue publicada en Studies in Honor of Everett W. Hesse, ed. William C. McCrary and José A. Madrigal, Lincoln, Nebraska: Society of Spanish and Spanish-American Studies, 1981, 81-97.

[2] Para estudios sobre la picaresca véase A. A. Parker. Literature and the Delinquent, Edinburgh Claudio Guillén, Literature as System, Ulrich Wicks, “The nature of Picaresque Narrative”, PMLA, 89 (1974), 240-49; Fernando Cabo Aseguinolaza, El concepto de género y la literatura picaresca, Santiago de Compostela: Universidade de Santiago de Compostela, 1992; Peter N. Dunn, Spanish Picaresque Fiction: Story and History, Ithaca: Cornell University Press, 1993, y The Picaresque Tradition and Displacement, Hispanic Issues 12, ed. Giancarlo Maiorino, University of Minnesota Press, 1996.

[3] Los estudios de ilustres maestros como Guillén, Lázaro Carreter, García de la Concha, y otros han estimulado la investigación de elementos elusivos de esta obra enigmática.  Para una variedad de interpretaciones sobre el Lazarillo, véase Claudio Guillén, "Los silencios de Lázaro de Tormes”, El primer Siglo de Oro: Estudios sobre géneros y modelos, Barcelona: Crítica (1988), 66-108 y Múltiples moradas, Barcelona: Tusquet (1998), 177-233; un tomo dedicado al Lazarillo, Crítica Hispánica, ed. Robert L. Fiore, 19 (1997), 5-150.  Para este ensayo he utilizado artículos y libros mío sobre el Lazarillo.

[4] “The histor is the narrator as inquirer, constructing a narrative on the basis of such evidence as he has been able to accumulate”.  Robert Scholes y Robert Kellogg, Nature of Narrative, Oxford, Oxford University Press (1979), 266-72. 

[5] Guillén menciona ocho rasgos de la picaresca:  (1) "Our first feature...is a dynamic psycho‑sociological situation, or series of situations, which can only be described‑‑however briefly‑‑in narrative fashion. It is, in this sense, a 'plot.' The pícaro is first of all an orphan. In the history of narrative forms, Lazarillo de Tormes represents the first significant appearance of the myth of the orphan. All later picaresque novels will build on this same highly suggestive situation”. (2) "The picaresque novel is a pseudoautobiography”. (3) "The narrator's view is...partial and prejudiced”.  (4) "The total view of the pícaro is reflective, philosophical, critical on religious or moral grounds. As an autobiographer and an outsider, he collects broad conclusions‑‑il met le monde en question.  (5) "There is a general stress on the material level of existence or of subsistence, on sordid facts, hunger, money”. (6) "The pícaro (though not always a servant of many masters) observes a number of collective conditions: social classes, professions, caractères, cities, and nations....  As a 'half‑outsider,' his moral credentials are equivocal, though not his expert sense for fraud and deception”.  (7) "The pícaro in his odyssey moves horizontally through space and vertically through society”. (8) "The novel is loosely episodic, strung together like a freight train and apparently with no other common link than the hero".  “Toward a Definition of the Picaresque”, en Literature as System: Essays Toward the Theory of Literary History Princeton: Princeton University Press (1971), 70-84. 

[6] “Toward a Definition of the Picaresque”, 71.

[7] Frederic Jameson, The Political Unconcsious, Ithaca, New York: Cornell University Press, 1991.

[8] Richard H. Popkin, The History of Scepticism from Erasmus to Spinoza. Berkeley, California: University of California Press, (1979), 1-41.

[9] Lazarillo de Tormes. ed. Robert L. Fiore, Asheville, North Carolina: Pegasus, 2000.

[10] Véase Claudio Guillén, “La disposición temporal del Lazarillo de Tormes”, Hispanic Review 25 (1957), 264—79; Robert L. Fiore, Lazarillo de Tormes, Boston, MA: Twayne, (1984), 91-98. 

[11] El “buen puerto” es el “American Dream” de Ratso Rizzo y Joe Buck en Midnight Cowboy.

[12] Véase el excelente capítulo “Principles of Narrative Construction” que estudia la causalidad, el tiempo y el espacio, elementos importantes en la técnica narrativa en David Bordwell y Kristin Thompson, Film Art: An Introduction, Wisconsin, University of Wisconsin Press (2001), Sexta Edición, 59-93.

[13] Traducción mía.

[14] El mudar de lugar para mejorar la suerte nos hace recordar las últimas palabras de Pablos al final del Buscón: "...determiné, consultándolo primero con la Grajal, de pasarme a Indias con ella, a ver si, mudando mundo y tierra, mejoraría mi suerte.  Y fueme peor como v.m. verá en la segunda parte" Francisco de Quevedo, El buscón, Cátedra (1989), 195.

 

Sobre o autor:
nome: Robert L. Fiore
E-mail: fiore@email.arizona.edu
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Sobre o texto:
Texto inserido na revista Hispanista no 14
Informações bibliográficas:
FIORE, Robert L. Lazarillo de Tormes y Midnight Cowboy: La picaresca modelo y mito. In: Hispanista, n. 14. [Internet] http://www.hispanista.com.br/revista/artigo121.htm 
 

 

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