|
¿Qué es lo
que ocurre? Yo diría que ocurren dos cosas: no pasa nada así por las buenas, sin un
cierto poso, sin un cierto fundamento.
Hace menos de 50 años se produjo un hecho
fundamental en el español, un gran cambio que fue la constitución de la Asociación de
Academias de la Lengua Española. Por primera vez de modo oficial se sancionaba lo que de
hecho, dentro del mundo consciente de los hispanohablantes, venía fraguándose, es el
hecho de que el español es propiedad de todos. En este momento en el que España ya no es
el primer país hispanohablante, lo es desde hace mucho tiempo México y es posible que,
con nuestro índice de natalidad, dentro de poco seamos el tercero o el cuarto, sabemos
muy bien los españoles que el español del siglo XXI será americano o no será y en esta
línea es en la que venimos trabajando y en la que sentirse hispanohablante es algo
profundamente serio.
El español, como consecuencia de esta
dimensión panhispánica, de esta dimensión general, crece, y además de una manera
enorme. El momento que vive el español, que se aprecia perfectamente bien desde el
Instituto Cervantes, es excelente pero son además excelentes (porque no hay que ser
triunfalistas, eso es un grave peligro siempre) son excelentes las razones por las cuales
el español crece.
Las encuestas realizadas en los Estados
Unidos entre las personas que recomiendan la enseñanza del español responden que la
razón es porque el español es un lengua práctica. ¿Quién nos iba a decir a nosotros
(educados en el Cantar de Mío Cid, en la vieja
filología) que en algún momento íbamos a estar trabajando en un institución en la que
en algún momento proclamaríamos en una tribuna que el español crece porque es un lengua
práctica?... Y sin embargo ésa es la realidad ¿Cuál es la primera recomendación a los
estudiantes americanos para estudiar español en la Universidad, o por qué se les incita
o qué tipo de orientación se considera interesante para estudiar español? Pues, por
ejemplo, se recomienda que aprendan español a las personas que se van a dedicar a la
industria aeronaval. Como diría mi viejo maestro don Américo, «áteme usted esa mosca
por el rabo», es decir, ahora resulta que somos una lengua práctica, que somos una
lengua para la industria aeronaval. |
|
La fuerza viene de la
unidad
¿De dónde viene nuestra fuerza? Nuestra
fuerza viene naturalmente (es la vieja fábula) de la unidad. Y ésta es la dimensión que
tenemos que mantener constantemente.
¿Qué hace el Instituto Cervantes para
mantener esa misión de la unidad? El Instituto Cervantes es un organismo autónomo del
Ministerio de Asuntos Exteriores, es orgánicamente una Subsecretaría, y es al mismo
tiempo una oficina de difusión y servicios. Nosotros estamos a disposición de la
comunidad hispanohablante, no sólo de la comunidad española, para transmitir la lengua
española y la cultura en español. Y esta es la dimensión de la que pueden ser testigos
los múltiples artistas, escritores y científicos iberoamericanos que dan conferencias,
hacen recitales, etc. en los 34 centros del Instituto en 23 países.
Esta dimensión es la que tenemos que
recoger también en nuestra enseñanza: la enseñanza de la lengua española es también
la enseñanza de las normas en español. El español tiene dos normas: la norma peninsular
(la norma castellana), pero también tiene la norma hispánica; que no es solamente la
norma de América, sino también de Andalucía, sobre todo occidental y la norma de
Canarias; es decir, que también la norma hispánica es norma española, aunque no sea la
norma peninsular.
Estamos quizá (con otra palabra muy de
moda) «globalizando» el español. Estamos globalizando el español y estamos sacando
réditos de esa globalización. |
|
El español
tiene una dimensión económica y ésa es una dimensión fundamental. Y aparte de esa
dimensión económica sigue teniendo un crecimiento de su dimensión cultural (si queremos
seguir quedándonos en esa vertiente humanística) que es, como seres humanos que somos,
fundamental para nosotros. Son ya muchos los que escriben en español, no sólo autores de
países del ámbito hispanohablante, sino también autores de otros países: hay una
fuerte literatura marroquí en español, como la hay también en francés, pero a nosotros
lo que nos importa naturalmente es nuestra dimensión hispánica, tanto cultural como
económica. En este sentido, ahí está el Instituto Cervantes y ahí estamos yo creo que
todos en este impulso que nos lleva a trabajar para convertirnos en la segunda lengua de
comunicación mundial, para seguir una línea de progreso compartida con los países
hispanohablantes, especialmente los países iberoamericanos.
Éste es un poco el mensaje que yo quería
transmitir desde el Instituto Cervantes y desde España a nuestros amigos iberoamericanos
y muy particularmente para mí que, como mis amigos argentinos saben, me siento tan
español como argentino, para mis muy viejos compañeros de la República Argentina.
Segunda Intervención
Una cosa muy breve, aparte de dar las
gracias a todos.... decir que, naturalmente, hay que ser optimistas, aprovechar el
momento.. el carpe diem nos viene otra vez muy
bien ahora... pero no debemos hacerlo de una manera ciega. Tenemos mucho trabajo por
delante, hay un muy serio trabajo que es el de la terminología; confiemos en que cuando
el 16 de octubre de 2001 en Valladolid, S.M. el Rey declare abierto el Segundo Congreso
Internacional de la Lengua Española, que sigue al Congreso de Zacatecas, tengamos unas
sesiones dedicadas a las técnicas, la terminología y también, cómo no, al problema que
en estos momentos se debate de las patentes en español, de la presencia del español
también en este nivel jurídico-industrial que es fundamental.
Y recordar una vez más que todo lo hacemos
entre todos y que si mantenemos esa perspectiva de unidad tendremos éxito.
|