|
Caracol
El
"caracol" es un molusco testáceo de la clase de los gasterópodos,
es decir, que tiene una especie de pie carnoso en la parte de lo que sería
el estómago, con el cual se arrastra de un lugar a otro.
Algunos tienen unos cuernos, que muestran o esconden, según las
circunstancias.
Hay gran variedad de "caracoles"; algunas viven en el mar, otras
en agua dulce y otras en tierra. Algunas son comestibles y suelen pertenecer
a la alta gastronomía.
El "caracol" tiene una concha muy dura en forma de espiral o de
helicoide, lo que le da un valor simbólico. Universalmente es un símbolo
lunar, porque muestra y esconde cíclicamente sus cuernos,
como la luna. En la mitología mexicana el dios de la luna, Tevcsiztevcatl,
se representa encerrado en una concha de caracol.
También el caracol simboliza lo eterno, lo permanente, lo infinito.
Por su forma, la palabra "caracol" da lugar a que se designe con
ese nombre algunos objeto: escalera de caracol, el caracol del reloj, el café
caracolito, el caracol del oído, etc.
También da origen a un derivado, "caracolear", que es hacer el
jinete que el caballo se mueva dando vueltas como haciendo espirales en el
suelo.
En el lenguaje coloquial se emplea como interjección la palabra "¡Caracoles!",
en expresión de asombro, como un eufemismo en reemplazo de la palabra
"¡Carajo"!.
El origen de la palabra "caracol" es impreciso. Puede derivar de
una raíz expresiva, "cacar", que designaría la concha del
molusco, o también del vocablo latino "cochlea", caracol.
Copyright 2000 Alexis Márquez Rodríguez. Todos los
derechos reservados. Texto originalmente publicado em
Ciberlinguas. Reprodução autorizada pelo autor. |
|
Apodo
Según el Diccionario de la Real Academia Española "apodo" es el
"Nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos
corporales o de alguna otra circunstancia".
Esta definición es un poco imprecisa, y de hecho deja fuera elementos
importantes. Por ejemplo, de acuerdo con ella son apodos expresiones como El
Manco de Lepanto, para referirse a Cervantes; El Mocho Hernández, como se
conoce a un famoso político venezolano del siglo XIX y comienzos del XX;
El Tuerto Ibarra, como afectuosamente llaman sus amigos a un diplomático y
escritor venezolano.
Pero no siempre el "apodo" se basa en defectos, como en el caso de
El Ciudadano Esclarecido, como llamaron a José Antonio Páez; El Rey Sabio,
como se conoce al rey Alfonso X de Castilla; o El Maestro, como solía decírsele
en Venezuela a Jóvito Villalba. Aunque en estos casos el carácter de apodo
se ampararía en la frase "o de alguna otra circunstancia" de la
definición del DRAE. Pero al poner énfasis en el origen del
"apodo" en un "defecto corporal", el diccionario
confunde al lector.
El "seudónimo" es otra cosa. Es un nombre que alguien escoge para
reemplazar el suyo propio, porque no quiera o no le convenga usar éste. Es
común entre escritores: Rubén Darío (Félix Rubén García Sarmiento);
Pablo Neruda (Neftalí Ricardo Reyes); Teresa de La Parra (Ana Teresa Parra
Sanojo).
"Apodo" deriva del verbo latino "apputare", juzgar.
Pseudónimo del griego "seudonemos", falso nombre.
Copyright 2000 Alexis Márquez Rodríguez. Todos los
derechos reservados. Texto originalmente publicado em
Ciberlinguas. Reprodução autorizada pelo autor.
|
|
Mequetrefe
Según el Diccionario de la Real Academia "mequetrefe" es un
"Hombre entrometido, bullicioso y de poco provecho". Pero en
Venezuela llamamos "mequetrefe" a un sujeto despreciable,
mediocre, necio y de poco vuelo intelectual, por definición inútil.
La denotación del Diccionario CLAVE se parece a la del DRAE: "Persona
entrometida, bulliciosa y de poco juicio". Pero, mientras que la del
DRAE sugiere que es vocablo sólo aplicable a los hombres, el CLAVE lo
extiende a hombres y mujeres y considera que es de género común:
"el mequetrefe", "la mequetrefe".
El "mequetrefe" venezolano se da en todas partes, pero con más
frecuencia en ciertos medios, donde su comportamiento es particularmente
notorio. Por ejemplo, en la política abundan como la grama. Pueden ser
ministros, diputados, directores de organismos e instituciones, gobernadores
o alcaldes.
También abundan en el mundo de los intelectuales, y se hacen pasar por
gente de talento, pero no pueden esconder su mediocridad y su falta de sindéresis.
(Por supuesto, no saben qué es eso). A menudo se creen poetas. Suelen ser
asesores de algo, pero nunca se sabe bien de qué, entre otras razones
porque no pueden serlo de nada.
"Mequetrefe" es de etimología incierta, quizás de origen portugués.
Copyright 2000 Alexis Márquez Rodríguez. Todos los
derechos reservados. Texto originalmente publicado em
Ciberlinguas. Reprodução autorizada pelo autor.
|