ARTIGO ON LINE
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Nome do Autor: Suely Reis Pinheiro |
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suely@hispanista.com.bra |
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Palavras-chave: Mulheres - independência - América Latina |
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Currículo: Doutora em Literaturas Espanhola e Hispano-Americana. Mestre em Língua Espanhola e Literaturas Hispânicas. Professora aposentada da Universidade Federal Fluminense - UFF. Editora da Revista Virtual Hispanista e diretora do website Hispanista. Possui artigos publicados no Brasil e no exterior. Objeto de pesquisa: literatura e outras linguagens. |
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Resumo: Da Bahia saíram duas grandes mulheres em defesa do solo baiano e da patria brasileira, Maria Quitéria e Sor Joana Angélica. Longe dos modelos delicados, oferecidos pelo Neoclassicismo, essas mulheres se afastam do estereótipo romântico, terno, sedutor da época que tinha espaço nas cenas de costume, de beleza e simplicidade da natureza, para revelar fortes cenas de objetivismo, de razão e de valentia. Joana Angélica se cobriu de hábito e fechou as portas do convento. Para tal entregou sua vida, a mártir do solo baiano, contra o exército português. E Maria Quitéria se despojou das flores e colores dos campos arcádicos para se cobrir de uniforme de soldado, recebendo, assim, por seus arrojos heroicos, o apelido de mulher – soldado. A iconografia a representa como una mulher travestida de homem, mas elegantemente vestida com suas calças de cor cáqui, jaqueta azul onde se delineia um belo rosto emoldurado por um dourado capacete. Maria Quitéria foi integrada e definitivamente consagrada como Patrona do Quadro Complementar de Oficiais do Exército Brasileiro. Com semelhantes ideais que se identificaram no comprometimento da política em favor da independência, uma religiosa, outra soldado, tiveram, elas, o reconhecimento e conseguiram sair da invisibilidade pela luta em favor da liberdade, conquistando seu lugar na história, como símbolos de resistência. |
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Resumen: El Estado brasileño de Bahia no nos dio sólo el olodum, el candomblé, la capoeira y el vatapá. De esa parte de Brasil salieron dos grandes mujeres en defensa del suelo baiano y a consecuencia de la patria brasileña, Maria Quitéria y Soror Joana Angélica. Lejos de los modelos delicados, ofrecidos por el Neoclacisimo, esas mujeres se alejan del estereotipo romántico, tierno, seductor de la época que tenían espacio en las escenas de costumbre, de belleza y simplicidad de la naturaleza, para revelar fuertes escenas de objetivismo, de razón y de valentía. Joana Angélica se cubrió de hábito y cerró las puertas del convento. Para tal entregó su vida. Escribiente, maestra de novicias, consejera, vicaria y abadesa, fue la primera mártir del suelo baiano al defender con su propio cuerpo, contra el ejército portugués, el Convento da Conceição da Lapa, en Bahia. Y Maria Quitéria se despojó de las flores y colores de los campos arcádicos para se cubrir de uniforme de soldado, recibiendo, así, por sus arrojos heroicos, el apodo de mujer – soldado. La iconografía la representa como una mujer travestida de hombre, pero elegantemente puesta en sus taleguillas caqui, chaqueta azul donde se delinea un bello rostro enmarcado por dorado casco. Por sus hechos, Maria Quitéria fue integrada y definitivamente consagrada como Patrona del Cuadro Complementar de Oficiales del Ejército Brasileño. El siglo XVIII, marcado por la ascensión de la burguesía y de sus valores de tranquilidad y valorización del bucolismo, atestigua dos vidas distintas, pero con semejantes ideales que se identificaron en el comprometimiento de la política en favor de la independencia. Una religiosa, otra soldado, tuvieron, ellas, el reconocimiento y lograron salir de la invisibilidad al sustituir la vida calma y pacífica del siglo XVIII por la lucha en favor de la libertad, conquistando su lugar en la historia, como símbolos de resistencia. |
Home-page: www.hispanista.com.br |
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Sobre
o texto: |
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Informações bibliográficas: Pinheiro, Suely Reis. La imagen de la mujer baiana y brasileña en la lucha por la independencia del Brasil: Joana Angélica y Maria Quitérian: Hispanista, n. 50. [Internet] http://www.hispanista.com.br/revista/artigo387esp.htm. |