En
1985, la APEERJ invitó a la Associação de Professores de Espanhol do
Estado de São Paulo para llevar a cabo una acción conjunta en Rio de Janeiro:
el I Congresso Brasileiro de Professores de Espanhol. La conferencia de apertura
tocó al Profesor Antonio Quilis, de la Universidad Complutense de Madrid.
Con esa reunión, de carácter
nacional, se daban los primeros pasos para la integración, tan deseada por Maria de
Lourdes, de las diversas asociaciones de Profesores de Español del país.
Se considera la creación del
MERCOSUR la principal causa del interés creciente por los estudios del Español observado
en la última década, en Brasil. Se profundizó el intercambio político y económico y,
en consecuencia, se intensifica también el diálogo cultural y lingüístico.
Innumerables veces, he oído
de la ciudadana Maria de Lourdes Cavalcanti Martini la afirmación de su deseo de ver
expandidos, con urgencia, los estudios del Español en nuestro país, con la expectativa
de que, como resultado de acuerdos diplomáticos previstos, el Portugués y la Cultura
Brasileña pasasen a figurar en los currículos de las Escuelas y Universidades de países
hispanoamericanos.
Estoy consciente de que me han
faltado saber, ingenio y arte para trazar el preciso retrato de tan ilustre precursora y
evaluar, en toda la extensión, su legado moral e intelectual.
Al idear la primera Asociación de
Profesores de Español, Maria de Lourdes parece haber previsto la señal de un tiempo
nuevo. Su nombre y su ejemplo estarán siempre presentes en la Historia de los Estudios
Hispánicos en Brasil.
Gabriel García Márquez, a camino
de Estocolmo, a donde iría a recibir el Premio Nobel de Literatura de 1982, informó a
reporteros que pretendía, en su regreso a América, escribir una novela de amor porque
deseaba poner en moda la felicidad.
La Revista HISPANISTA, al apuntar a
la Profesora Doctora Maria de Lourdes Cavalcanti Martini como primera homenageada, abre
espacio para que sus antiguos compañeros, amigos y admiradores puedan decir a los demás
hispanistas, que no tuvieron el privilegio de conocerla, que quieren poner en moda la
gratitud.
¡ Muchas gracias, Maria de
Lourdes! |